"Por un capricho hizo cambiar la posición de un transformador de energía que estaba a la altura de su oficina y que, según él, ponía en riesgo su seguridad personal".

Por esta razón actuó con desviación de poder por una motivación subjetiva. Así definió un fiscal de Caldas el posible delito que cometió Bernardo Arley Hernández Ayala, alcalde de Riosucio entre el 2016 y el 2019.

Lo acusó por contrato sin cumplimiento de requisitos legales ante el Juzgado Penal del Circuito de esa población. Esta es parte de la historia.

Abecé

1. Siendo alcalde celebró un contrato en el 2017 con Humberto Hurtado Nariño, por $196 millones 643 mil para mantenimiento de la carrera 7, entre calles 10 y 11, que incluía reparación de pavimento y peatonales.

2. Al contrato se le hizo un otrosí de $98 millones para construir andenes en material adoquinado, transporte, suministro e instalación de sardineles en material prefabricado.

3. En febrero del 2018, en pleno contrato, le ordenó a Hurtado Nariño verbalmente obras para canalizar redes de la Chec para el cambio del transformador antes mencionado, que debería quedar a nivel del subsuelo, en una esquina.

4. La obra la ejecutó Hurtado Nariño y se gastó de sus recursos, $82 millones. No se le pagó al contratista porque esta obra no se tramitó con los regímenes de la contratación estatal. No hubo estudios previos, análisis de necesidad, estudios de costos, no se solicitaron certificados de disponibilidad presupuestal, no hubo contrato escrito y menos se liquidó.

5. "Abusó de su poder por proteger su integridad, pues le pareció que el transformador significaba un riesgo para seguridad personal. Violó varias normas, desatendió la transparencia. Debió ser una selección abreviada de menor cuantía", fiscal.

El delito

El contrato sin cumplimiento de requisitos legales contempla penas de prisión de 5 años y 4 meses hasta 18 años.