Mapa | Tomado de genial.ly | LA PATRIA
La situación en el área después de la primera guerra del Alto Karabaj. La segunda guerra del Alto Karabaj resultó en que Azerbaiyán tomara gran parte del territorio de la autoproclamada República del Alto Karabaj, además de recuperar toda la zona alrededor de este señalada con rayas en el mapa.
LA PATRIA | MANIZALES
"Armenia reconoce los 86.600 km2 de Azerbaiyán, asumiendo que Azerbaiyán está dispuesto a reconocer la integridad territorial de los 29.800 km2 de Armenia. Los 86.000 km2 de territorio de Azerbaiyán incluyen el Alto Karabaj": esta frase del primer ministro armenio, Nikol Pashinián, pronunciada el pasado 22 de mayo en una rueda de prensa, causó conmoción y consternación en su país y en el mismo Alto Karabaj (también conocido como "Nagorno Karabaj" o "Artsaj"). Efectivamente, fue la primera vez que Ereván reconocía tan explícitamente la pertenencia a Azerbaiyán de esta región montañosa, hogar de unas 120.000 personas, casi todas armenias. Este hito sorprendente es la culminación de un juego de tronos tumultuoso, marcado por una exacerbación de nacionalismos.
La herencia soviética
La gobernación del Alto Karabaj ha cambiado varias veces de mano durante su larga historia, con armenios, árabes, mongoles, persas, rusos y pueblos túrquicos (incluyendo los azeríes) turnándose el control de la región, aunque los armenios han sido casi siempre su grupo étnico más numeroso. En el 1920, dos años después de haberse liberado del dominio ruso, Armenia y Azerbaiyán fueron reintegrados bajo este cuando las tropas comunistas del recientemente formado Ejército Rojo marcharon sobre el Cáucaso meridional, integrando la región a lo que, dos años después, se constituiría como la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
Sin embargo, conflictos y tensiones continuaron en cuanto a la delimitación territorial de cada unidad federativa. Armenia reclamaba el Alto Karabaj por su población mayoritariamente armenia, pero Azerbaiyán, que había sido el último en controlarlo, quería mantenerlo bajo su jurisdicción al considerarlo como parte integrante de sus tierras ancestrales (argumento igualmente usado por los armenios en sus reivindicaciones).
Al final, el liderazgo soviético encabezado por Iósif Stalin optó por alzar la región al estatuto de óblast (un tipo de demarcación administrativa) autónomo, pero manteniéndola dentro de la República Socialista Soviética de Azerbaiyán para ganarse la amistad de la vecina y recién nacida República de Turquía. En efecto, los azeríes eran considerados por los turcos como su pueblo hermano, ambos formando parte de la gran familia de pueblos túrquicos (al contrario, los Armenios eran antagonistas de los turcos, habiendo luchado contra estos durante el periodo de yugo otomano y habiendo sido víctimas de un genocidio que los turcos se negaban –y siguen negándose hasta la actualidad– a reconocer).
A pesar del disentimiento de los armenios de la zona y de la República Socialista Soviética de Armenia, una paz relativa fue mantenida artificialmente durante décadas; fue la apertura a la libertad de expresión que precedió de poco la desintegración de la URSS a finales del milenio, junto al vacío de poder dejado después, lo que haría dispararse nuevamente las reclamaciones nacionalistas que replantarían el status quo a fuego y sangre con dos conflictos principales y numerosas escaramuzas más.
Primera guerra del Alto Karabaj (1988-1994)
En el 1988, el parlamento del Alto Karabaj votó por la unificación de la región con Armenia, lo que Azerbaiyán rehusó. En
consecuencia, varios enfrentamientos entre armenios y azeríes de la zona estallaron. En el 1991, la URSS cayó y Azerbaiyán, así como Armenia, declaró su independencia. Bakú intentó entonces suprimir los poderes de la mayoría armenia del difunto óblast autónomo. En respuesta, esta optó una vez más por la secesión, esta vez estableciendo de manera unilateral la República del Alto Karabaj con el respaldo de Armenia pero no de la comunidad internacional, que solo reconocía como oficiales las fronteras que separaban las antiguas repúblicas socialistas soviéticas (y, por ende, el Alto Karabaj como parte de Azerbaiyán).
El conflicto en el que los dos Estados armenios se oponían a Azerbaiyán empezó a degenerar, pero las fuerzas armenias tomaron la delantera y comenzaron a ocupar tierras de su adversario que se situaban fuera de los límites del Alto Karabaj, causando la expulsión o huida de sus habitantes azeríes. En el 1994, Rusia, queriendo conservar su influencia en la zona, preparó y logró que se firmara un cese al fuego, pero no antes de que la guerra sumara ya 20.000 muertos y 1 millón de desplazados. El 14% del territorio de Azerbaiyán (incluyendo la casi totalidad del Alto Karabaj) estaba entonces bajo control armenio y lo quedaría durante 26 años aunque, internacionalmente, seguía siendo reconocido como perteneciente legalmente a Azerbaiyán.
Foto | Tomada de horizonweekly.ca | LA PATRIA
La bandera de la autoproclamada República del Alto Karabaj, muy similar a la de Armenia.
Segunda guerra del Alto Karabaj (2020)
Azerbaiyán no se dio por vencido y pasó las décadas siguientes a la primera guerra del Alto Karabaj adaptando su ejército para su gran represalia. A la imagen de la máxima latina "si vis pacem, para bellum" (si quieres la paz, prepara la guerra), su presupuesto militar durante el periodo del 2008 al 2019 ascendió al séxtuple de el de Armenia en el mismo lapso, gastos amortizados por las elevadas rentas generadas por sus extensas reservas petroleras. Con la ayuda suplementaria de Turquía (quien, en un impulso de fraternidad entre pueblos túrquicos y en defensa de sus propios intereses, aceleró sustancialmente sus entregas de armas y de drones de combate a Azerbaiyán), el país lanzó con plena potencia su contraataque a finales de septiembre del 2020.
En apenas un mes y medio, las tropas azerbaiyanas lograron empujar el frente (hasta que llegara peligrosamente cerca a la frontera con Armenia) y a capturar la estratégica ciudad de Shusha en el Alto Karabaj, precipitando la rendición de los armenios. Otro cese al fuego propuesto por Rusia fue firmado, esta vez dejando a Azerbaiyán la gran mayoría de sus territorios perdidos en la precedente guerra. Los armenios conservarían el control del pequeño territorio restante con la vigilancia de fuerzas de pacificación enviadas por Moscú, mientras se negociaría una salida definitiva al conflicto. Las meras seis semanas que duró esta segunda guerra arrebataron la vida a unas 6.500 personas.
Foto | Tomada de mwi.westpoint.edu | LA PATRIA
La ciudad de Shusha, de alta importancia simbólica para los grupos étnicos beligerentes, volvió bajo dominio azerbaiyano después de casi tres décadas de control armenio.
En búsqueda de solución
Arrinconada, Armenia, o al menos su gobierno, se está rindiendo ante la humillante evidencia de que no tiene la capacidad de invertir la situación en su favor y que no ganará nada en prolongar el conflicto. Esto ha llevado al primer ministro armenio a escoger la vía de la resolución diplomática, sabiendo que lo más realista es reconocer la soberanía de Azerbaiyán sobre el Alto Karabaj, pese al riesgo de ser tildado de traidor por su propio pueblo.
No obstante, tal reconocimiento no ha significado todavía la conclusión del conflicto: Ereván ha puesto como condición el respeto por Bakú de las particularidades culturales de la población armenia del Alto Karabaj, pero el jefe del Estado azerbaiyano, Ilham Aliyev, consciente de la posición de fuerza de la que goza su país, ha estado cerrado a la posibilidad de otorgar un estatuto especial al Alto Karabaj una vez esté formalmente integrado a Azerbaiyán.
Por añadidura, otras cuestiones podrían incidir sobre las disposiciones de un eventual acuerdo de paz, como la de los enclaves de cada país controlados por el otro. Asimismo, Armenia podría sugerir la instauración de un corredor permanente que conectaría Azerbaiyán con su región de Najicheván, de la cual está separado geográficamente por una franja de territorio armenio. Negociaciones continúan paralelamente, unas coordinadas por Occidente y otras organizadas por Rusia (que está determinada a mantener su influencia en esta zona que antaño sometía). La paz podría estar al alcance de esta porción del Cáucaso, pero Azerbaiyán deberá tender un poco más la mano hacia la mano ya tendida de Armenia para llegar a un apretón
definitivo.
Foto | Tomada de euneighbourseast.eu | LA PATRIA
El presidente azerbaiyano, Ilham Aliyev, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el primer ministro armenio, Nikol Pashinián, durante negociaciones de mediación el pasado 22 de mayo.
Datos sobre Azerbaiyán
Nombre oficial: República de Azerbaiyán
Ubicación: Cáucaso
Capital y área metropolitana más poblada: Bakú
Idioma oficial: azerí
Superficie: 86.600 km²* (113.º en el mundo)
Población: 10.175.016 personas* (2022, estimación) (91.º)
Índice de desarrollo humano (IDH): 0,745 (2021) (90.º)
*Contando el Alto Karabaj
Datos sobre Armenia
Nombre oficial: República de Armenia
Ubicación: Cáucaso
Capital y área metropolitana más poblada: Ereván
Idioma oficial: armenio
Superficie: 29.743 km² (140.º en el mundo)
Población: 2.780.469 personas (2022, estimación) (137.º)
Índice de desarrollo humano (IDH): 0,759 (2021) (84.º)