Foto | EFE | LA PATRIA
Marineros de embarcaciones de asalto de Estados Unidos derribaron un globo de gran altitud el 10 de febrero en el Océano Atlántico.
EFE | LA PATRIA | WASHINGTON
Lo que comenzó con el derribo de un globo chino que se había introducido sin permiso en el espacio aéreo estadounidense ha derivado en una sucesión de “objetos volantes” misteriosos y en un nuevo factor de tensión internacional.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos cree que los tres objetos voladores que derribó en los últimos días no están ligados a China y podrían ser entes usados para fines comerciales o de investigación, totalmente inofensivos, dijo ayer John Kirby, portavoz de la Casa Blanca.
Kirby, sin embargo, puntualizó que esa información es provisional y que Estados Unidos sigue buscando los restos de esos tres objetos para analizarlos y tener una mejor idea de su naturaleza.
“Por ahora, y estoy avisando que es solo por ahora, no hemos visto indicios o nada que apunte a la posibilidad específica de que estos tres objetos sean parte del programa de espionaje de la República Popular China, o que hayan estado implicados en algún tipo de recolección de inteligencia”, manifestó en una llamada con periodistas.
Estados Unidos abatió el pasado 4 de febrero un globo “espía” chino sobre aguas del Atlántico frente a las costas de Carolina del Sur, y en los últimos tres días ha derribado otros tres objetos voladores en su territorio y Canadá, de los que de momento no ha podido confirmar su origen.
Tras el incidente del globo “espía” chino, el Gobierno de Joe Biden acusó al Ejecutivo chino de haber desarrollado, con la implicación de sus Fuerzas Armadas, un “programa” de globos de espionaje, que ya han sobrevolado 40 países en cinco continentes.
El Gobierno chino aseguró que el primer objeto derribado era un globo meteorológico que se desvió de su trayectoria y ha denunciado que al menos diez globos estadounidenses han sobrevolado China en el último año, algo que EE.UU. niega.
El caso es que ya sean globos o no, estos objetos se han convertido en un nuevo factor de crisis entre Estados Unidos y China.
Infografía | EFE | LA PATRIA
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, retomará el viaje suspendido a Pekín cuando China se comporte como un “país responsable”, afirmó ayer la Administración estadounidense.