EFE | LA PATRIA | MOSCÚ

El jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, acusó ayer al ejército ruso de bombardear las posiciones de la compañía militar privada y prometió castigar a los culpables.

"Los que liquidaron hoy a nuestros chicos, los que liquidaron a miles y decenas de miles de soldados rusos, serán castigados", anunció el líder a través de un video en Telegram, en el que pidió a las fuerzas dependientes del Ministerio de Defensa que no se resistan ante el grupo paramilitar porque, de lo contrario, las eliminarán.

"Somos 25 mil y vamos a averiguar por qué hay un caos en el país", escribió Prigozhin al tiempo de negar que se trate de un golpe de Estado.

El jefe de Wagner aseguró que el deseo de acabar con el caos reinante es una marcha por la justicia y que las operaciones militares no se verían afectadas por las acciones de los mercenarios.

Según Prigozhin, después de ocuparse de aquellos que aniquilan a los soldados rusos, los combatientes regresarán al frente. "Se restaurará la justicia en las tropas, y, después de ello, en toda Rusia", afirmó.

En respuesta a eso, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, indicó que el presidente ruso, Vladimir Putin, ya se había puesto al tanto de la situación en torno al comandante paramilitar y se tomarían las medidas correspondientes.

El Comité Antiterrorista de Rusia informó a su vez la apertura de un caso penal por llamamientos a la rebelión armada tras las declaraciones del jefe de Wagner sobre la intención de castigar a la cúpula militar rusa por el ataque a sus bases.

"Las declaraciones difundidas en nombre de Yevgueni Prigozhin no tienen fundamento. El Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia inició un caso penal por llamamiento a rebelión armada. Exigimos el cese inmediato de actividades ilegales", dice el comunicado oficial.

También hizo un llamado a los mercenarios a no cometer un error y no cumplir las órdenes de Yevgueni Prigozhin.

"Llamamos a los combatientes del Ejército privado a no cometer un error irreparable, cesar cualquier acción armada en contra del pueblo ruso, no cumplir las órdenes criminales y traidoras de Prigozhin y tomar medidas para su detención", afirmó el FSB.

Un golpe traidor

Según la FSB, las declaraciones del comandante paramilitar son de hecho una llamada al inicio de un conflicto civil armado en territorio de Rusia y un golpe por la espalda a los militares rusos que combaten contra las fuerzas ucranianas.