Niega el cambio climático y que durante la dictadura militar (1976-1983) desaparecieran 30.000 personas. Anuncia que dolarizará la economía, privatizará las empresas públicas y eliminará requisitos burocráticos para facilitar el acceso a armas y la donación de órganos. Ejerce violencia verbal en sus discursos, incluso en sus mitines políticos utiliza una motosierra para simbolizar que achicará la estructura del Estado y cortará drasticamente los gastos del gobierno, mientras grita: "Motosierra, motosierra".
Se trata de Javier Milei (La Libertad Avanza), el más opcionado de los cinco candidatos para llegar a la jefatura del Estado argentino. En las elecciones primarias celebradas en agosto fue el líder más votado con un 29,86% y hoy podría convertirse en presidente de Argentina si logra el 45% de los votos.
Conozca desde dos perspectivas opuestas cómo este outsider que más que un político parece un influenciador de redes sociales, caso que ya se vio en Manizales, es el más opcionado para llegar a la Casa Rosada.
Rebeldia
Agustín, de 16 años, votará por primera vez. En Argentina, el voto es obligatorio para quienes tienen entre 18 y 70 años, pero no así para los electores más jóvenes de 16 y 17, que pueden acudir a las urnas desde 2012, como lo hará hoy Agustín. Él tiene claro a su candidato: Javier Milei, a quien conoció por Tik Tok e Instagram viendo una intervención polémica tras otra, como aquella en la que asegura que el papa Francisco es un “imbécil”, un “representante del maligno en la tierra” que “impulsa el comunismo”.
"Estoy harto de la corrupción (...) Hay que cambiar el sistema", expresa Agustín. Su decisión es más que un acto de rebeldía adolescente o de resistencia al orden establecido, porque el voto joven en estas elecciones está llamado a romper con el kirchnerismo que después de 20 años está en crisis y sin claro reemplazo.
Beltrán y Julián, otros dos jóvenes de 24 y 22 años, no parecen tener clara la respuesta de por qué van a votar por Milei, pero admiten que hay "algo" en 'El Peluca' que les hace identificarse con su figura e ilusionarse con sus promesas de libertad y destrucción del 'statu quo'.
Desencanto y hartazgo
El docente Raúl Mestre considera que el voto a Milei es la mezcla de insatisfacción, frustración por los partidos políticos tradicionales que llevaron al país a la situación actual y por ende a la decepción y enojo de la gente, sumado también a la desinformación e ignorancia en sectores bajos que ven en Milei una suerte de identificación o de canalización de esa frustración depositando en él una nueva esperanza.
"También hay gente que lo apoya, pero porque se identifican con su discurso muy individualista pro mercado con desprecio a políticas comunitarias, sociales, en este caso los sectores más pudientes", agrega el profesor.
Sobre el porqué los jóvenes se han inclinado por el líder de La Libertad Avanza, Mestre explica que la juventud compró un personaje supuestamente desestructurado que viene a romper con las estructuras conocidas. "Hay gran desconocimiento de la juventud de las políticas reales que pregona Milei, que fueron las que provocaron una gran crisis en el 2001 en el país y ellos no vivieron, ni padecieron esas políticas porque, o no nacieron o eran muy pequeños, sin esa experiencia vivida, más la manipulación mediática del personaje de Milei, sedujo a un votante desinformado o mal informado a través de las redes sociales... donde la información o propaganda que se trasmite es superficial y sesgada", indica el maestro.
Un salto al vacío
Las insolitas propuestas de Milei le quintan el sueño a más de un argentino, por ejemplo, liquidar el Banco Central y dolarizar la economía, un plan que la mayoría de sus colegas cree de imposible ejecución dados los profundos desequilibrios macroeconómicos actuales.
"Milei tiene una idea política y económica supuestamente basada en lo libertario... un liberalismo tan marcado donde todo se mide en oferta y demanda, mercantilizado la educación, la salud, en detrimento de ellas y quitando el aspecto social y humano que tiene que contemplar el Estado... es la anulación del Estado y su papel de protección al eslabón más débil de la sociedad o como mediador entre intereses privados y sociales... pregona un Estado ausente, todo con respecto al ahorro financiero del mismo para suplirlo por lo privado. Una idea política del "sálvese quien pueda", del individualismo, de la falta de empatía", explica el profesor y agrega que es un salto al vacío por la falta de valores comunitarios y por la ausencia del Estado.