Palestinos caminan entre los escombros de casas destruidas en el campo de refugiados de Al Bureij, en la Franja de Gaza, tras los ataques aéreos israelíes.
EFE | LA PATRIA | Jerusalén
Mientras el secretario de Estado de EE.UU. visitaba el país y evaluaba una propuesta de pacto de tregua de Hamás para la liberación de los rehenes en Gaza, Benjamin Netanyahu alejó las opciones de ello e insistió en que Israel debe seguir ejerciendo “presión militar” hasta lograr “la victoria absoluta”.
Netanyahu dijo que solo con la ofensiva militar se logrará acabar con Hamás y liberar a los cautivos israelíes aún retenidos en la Franja de Gaza, en el 124 día de guerra. Este se saldó también con la muerte de 123 palestinos, lo que hace que los gazatíes fallecidos sean al menos 27.700 desde el inicio del conflicto hace 4 meses.
Hamás había trasladado una propuesta de tregua basada en tres fases que incluía la liberación progresiva de los rehenes -unos cien de ellos aún vivos y otra treintena muertos- a cambio de la puesta en libertad de prisioneros palestinos, la retirada de las fuerzas israelíes en el enclave y el final de la ofensiva militar, una serie de condiciones que para el Gobierno israelí no son aceptables.
De acuerdo con Netanyahu, los avances del Ejército desde el inicio de su invasión terrestre sobre Gaza son un éxito “sin precedentes”, y antes que ceder a las presiones de Hamás, se debe seguir ahora con el objetivo de derrotar militarmente al grupo islamista.
En Rafah -fronteriza con Egipto- se hacinan un millón de civiles, y en caso de tomarse, aseguraría a Israel control terrestre del conjunto de la Franja de Gaza, aunque las milicias palestinas siguen oponiendo resistencia y realizando emboscadas contra el Ejército.
Las posiciones que expuso Netanyahu no van en la línea de las familias de los rehenes, que exigen al Gobierno que llegue a un acuerdo con Hamás a cualquier precio para la liberación de sus parientes, cuando temen por sus vidas mientras sigue la ofensiva.
“Tengo mucho miedo de que si se sigue por este camino no habrá más rehenes para liberar”, dijo ayer Adina Moshe, que fue cautiva por Hamás y liberada en la primera tregua de fines de noviembre, cuando se soltó a 105 de los 110 rehenes puestos en libertad hasta ahora.
Moshe rogó también a Netanyahu que cambie de postura, mientras el Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos lamentó que el primer ministro siga defendiendo esta estrategia, y advirtió que “aquellos que no protegen a sus ciudadanos encontraran que sus ciudadanos pierdan la fe en ellos y su liderazgo”.
Todo ello se produjo mientras el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, visitaba ayer Israel para tratar con su Ejecutivo las posibilidad de un alto al fuego con Hamás, después de hacer una gira regional que le llevó antes a Arabia Saudí, Catar y Egipto.
Las autoridades cataríes y egipcias son los principales mediadores en el conflicto con Hamás e interlocutoras entre el grupo islamista e Israel, y se prevé que hoy sigan abordando el asunto en un encuentro en El Cairo.
Respuesta de Hamás
Hamás reaccionó a la posición de Netanyahu alegando que “su insistencia en continuar con la agresión” sobre Gaza es una muestra de que su objetivo es cometer “un genocidio contra el pueblo palestino”.
“Haremos todo lo posible para proteger a nuestro pueblo, ya sea a través de la resistencia sobre terreno o esfuerzos políticos para parar la agresión”, dijo Osama Hamdan, alto cargo de Hamás, en una rueda de prensa desde Beirut.