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Vladímir Putin comparte con Xi Jinping y Narendra Modi, líderes de China e India, respectivamente.
EFE | LA PATRIA | MOSCÚ | KAZÁN
El presidente ruso, Vladímir Putin, intentó ayer demostrar a Occidente que no está aislado al inaugurar la cumbre del grupo de economías emergentes BRICS, a la que acudieron los líderes de China, India, Irán o Egipto, los integrantes de lo que el Kremlin llama la nueva "mayoría mundial".
"En estos años de esfuerzos comunes la autoridad y la influencia de nuestra alianza han aumentado. Nosotros nos proponemos seguir fortaleciendo esta organización", dijo Putin antes de abrir la cumbre en la ciudad rusa de Kazán.
Esta es la primera reunión internacional que se celebra en Rusia desde el comienzo de la guerra en Ucrania, que convirtió a este país en un paria a ojos del resto del mundo al ser objeto de miles de sanciones.
Durante las últimas semanas el Kremlin ha destacado que los países miembros del grupo fundado en 2006 son una alternativa al monopolio occidental, ya que representan un tercio de la economía mundial y cerca de la mitad de la población del planeta.
Los invitados de Putin
Putin, que no acudirá en noviembre a la cumbre del G20 en Brasil debido a la orden de arresto dictada por el Tribunal Penal Internacional, recibió en la capital tártara a una veintena de líderes de América Latina, Asia y África.
Con la espectacular mezquita del Kremlin de Kazán como fondo, Putin agasajó a los invitados con una cena informal.
Durante toda la jornada el líder ruso mantuvo encuentros con los líderes de China, India, Egipto y Sudáfrica, además de con la presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo de BRICS, Dilma Rouseff.
El líder chino, Xi Jinping, echó un cable a Putin al defender la "inquebrantable" amistad con Rusia, pese a la turbulenta situación internacional.
Además, describió los BRICS como una plataforma que contribuirá al advenimiento de "un orden multipolar estructurado" y "una globalización económica accesible para todos".
También Lula, que no acudió a Kazán tras sufrir un accidente doméstico, llamó ayer por teléfono al anfitrión, y el líder turco, Recep Tayyip Erdogan, viaja hoy a Rusia, al igual que el secretario general de la ONU, António Guterres, lo que no gustó en Kiev.
India pone el dedo en la llaga
La guerra en Ucrania estuvo presente en todas las conversaciones. El primer ministro indio, Narendra Modi, le dijo a Putin que su país apoya una solución del conflicto exclusivamente por medios pacíficos.
"Como dije en el pasado, consideramos que el problema debe solventarse por medios pacíficos. Apoyamos plenamente el pronto restablecimiento de la paz y estabilidad", afirmó.
Subrayó que su país siempre ha concedido prioridad a la vida humana, por lo que, con el fin de lograr la paz, está dispuesto "a brindar cualquier ayuda en el futuro".
El Kremlin admitió también en la televisión que Putin y Xi -cuyo país y Brasil presentaron un plan de arreglo de seis puntos rechazado ya por Kiev- también dedicaron "no poco tiempo" a abordar el conflicto ucraniano.
Precisamente, Putin ha señalado a India, China y Brasil como posibles mediadores en unas futuras negociaciones de paz con Ucrania, aplazadas indefinidamente por el Kremlin por la ocupación parcial ucraniana de la región de Kursk.
Al respecto, Yuri Ushakov, asesor internacional del Kremlin, aseguró que los países miembros de BRICS ya han consensuado una declaración final que incluye una "postura común" sobre Ucrania.
"Nadie ha puesto objeción alguna", señaló
La ampliación tendrá que esperar
Un intriga de la cumbre era conocer la identidad de los nuevos miembros del grupo que recibirán el estatus de estados asociados, pero el Kremlin les echó un jarro de agua fría.
"El tema de la ampliación no figura (en la agenda). Existen diferentes puntos de vista", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
El pasado 1 de enero ingresaron en el grupo Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos y Etiopía, mientras Arabia Saudí y Argentina cambiaron de idea en el último momento.
Países como Turquía, Azerbaiyán o Cuba han mostrado oficialmente interés en ingresar, mientras otros como Venezuela, Nicaragua, Tailandia y Malasia también han expresado deseos de adherirse.
Lula aseguró la pasada semana que defenderá el equilibrio de todas las regiones del mundo en la ampliación de BRICS, donde para ingresar uno debe rechazar las sanciones unilaterales y apoyar la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU.
En el seno de BRICS no existe consenso para la ampliación y tampoco parece haberlo a la hora de buscar una alternativa al dólar, ya que, según los analistas, India se niega a que esa divisa sea el yuan chino.
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