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El capitán de la Policía de Kirkuk, Ihsan al Yumaili, aseguró que la seguridad en la ciudad es estable.
EFE | LA PATRIA | Bagdad
La calma fue restablecida en la estratégica localidad de Kirkuk, en el norte de Irak, después de una jornada de enfrentamientos entre diferentes grupos étnicos en el que murieron tres personas y hubo una decena de heridos.
El capitán de la Policía de Kirkuk, Ihsan al Yumaili, aseguró que “la situación de seguridad es estable” y que la circulación de automóviles y peatones se restableció, después de que se levantó el toque de queda que impuso el Gobierno iraquí por la escalada de la violencia.
Oficiales explicaron que los manifestantes que acampaban frente al edificio de la Comandancia de Operaciones Conjuntas del Ejército se retiraron, luego de que el Ejecutivo afirmó que la instalación no será todavía entregada al Partido Democrático del Kurdistán (PDK).
Sin violación
Tras días de tensiones y manifestaciones, los choques estallaron la tarde del sábado entre decenas de kurdos iraquíes, por un lado, y manifestantes árabes y turcomanos, por el otro.
El motivo de la tensión fue el rechazo por los árabes y turcomanos de Kirkuk a la decisión del Gobierno central de Bagdad de entregar la sede de la Comandancia de Operaciones Conjuntas al PDK, puesto que el partido kurdo ocupó ese edificio. Eso hasta que el Ejército iraquí lo tomó en 2017 como centro de operaciones contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI).