“Ellas nos mostraron su mejor cara”. De manera enfática y con la satisfacción de una misión cumplida, así lo indicó Marcela Posada, Señora Manizales 2024, después de haber tenido un encuentro con Las Guapas, en su calle, que le hace honor a su nombre de colectividad LGTBIQ+ y a su oficio dignificado , como trabajadoras sexuales.

Hasta la calle 22 A, entre Avenida del Centro y carrera 18, sector Plaza de Mercado, de Manizales, llegaron varios vehículos con integrantes del grupo “Seamos Causa” para acompañar a la Señora Manizales, quien lideró la iniciativa de llevarles kits de maquillaje, blusas nuevas y un refrigerio, que les diera fuerza para iniciar la jornada nocturna, que a veces resulta de película, con historias muy diversas, que por épocas, publican en su cuenta de Facebook.

“De Las Guapas me impactó su calidez, amabilidad y ante todo sus historias de vida, que por cierto no son fáciles, aunque la verdad sea dicha, nos mostraron su mejor versión. Además, su lucha constante para lograr mantenerse en medio de la adversidad”, expresó la reina señora, a quien le correspondió una vida llena de comodidades, y muy diferente a la que ella percibió entre cada una de estas mujeres, que tienen como sede operativa, la calle.

Y eso que sus familias, emociones y hasta sus amores, se fusionan en una montaña rusa, donde enfrentan el rigor de un mundo sórdido, rodeado de prostitución, adicciones, habitantes de calle y personas con miradas de doble moralidad. Y eso sin detallar, las denuncias de algunas de ellas, en torno a la persecución que reciben de algunos uniformados, que por desconocimiento no saben delimitar esa línea tan delgada, del derecho que tienen como ciudadanas y seres humanos.

La pasarela de la vida

El glamour y la elegancia en el que se desenvuelve la Señora Manizales,  quien concursará en Señora Colombia 2024, en Bogotá, los llevó a una zona  aledaña a “La Calle de la Penicilina”, enmarcada en medio de los efectos de una colectividad agobiada por condiciones socio económicas deplorables.

Fue la oportunidad para ver la otra cara del escenario de la vida de un drogadicto, que cambió su hogar por la calle; o de una trabajadora sexual, que a veces es cuestionada por una sociedad, o explotada por los enredos de un cliente. Incluso también en esa pasarela diversa, transitan jóvenes, “cuchos” y otras transgéneros que no  pertenecen a esa colectividad. Después de un agitado día, llega el aire fresco, que le da paso a una luna cómplice de una noche  aventurada, o de un inclemente frío de madrugada.

Todas estas escenas climáticas resultan matizadas por los sonidos del tráfico y el paisajismo de una zona, donde circulan recicladores, trabajadores informales en pleno rebusque o simplemente transeúntes, que van sin rumbo alguno, o con la esperanza de encontrar una porción de comida o una “olla” de vicio.  Todo ese panorama experimentado por el grupo “Seamos Causa” y demás acompañantes, les dejó ver que la vida tiene varias pasarelas, entre ellas, la de la supervivencia, acompañada de la mano de la solidaridad.

Espontánea y “transparente”

Ana Lyda Guerrero, vestida de una blusa negra enmarcada de transparencia en su torso y busto, con actitud de diva en su oficio y liderazgo, expresó la dinámica de su rol de vida:  “Soy chica trans, trabajadora sexual de esta hermosa ciudad, Manizales de las puertas abiertas y de la Calle de Las Guapas. La iniciativa de la Señora Manizales y de su grupo, lo defino como una cosa de locos y encantada de recibirlos. El nombre de esta calle no es porque seamos muy guapas, ni porque tengamos las tetas más grandes ni un rostro súper bello femenino. Somos guapas porque nos paramos en tacones 24/7 para trabajar en nuestro oficio, también madrugamos y trasnochamos al sol y al agua, para poder ganarnos nuestros pesitos. Muchas de nosotras vemos por la mamá y familiares. Además somos tías, hijas o madres circunstanciales, que tenemos obligaciones económicas y de supervivencia”.    

“Seamos Causa”

De acuerdo con los objetivos planteados por el grupo “Seamos Causa”, sus integrantes, tienen una misión clara, dentro de la sociedad en la que se desempeñan profesionales y amas de casa. “Nuestro grupo nació como iniciativa  de una barra de amigos, que coinciden en ofrecer servicio social a colectividades vulnerables de la ciudad”, explicó Marcela Posada.

Para el efecto, ellos que tienen diversidad de profesiones y oficios, pertenecientes a estratos medios y altos, que dan donaciones a personas que lo necesitan. Una de las actividades que realizan, es repartirles comida y merienda caliente a los habitantes de calle, que transitan por el sector de La Galería.

“También llevamos afecto, sonrisas y alegría a aquellas personas que por circunstancias de la vida están solas o alejadas de sus familias, y que algunos por su condición generan rechazo de la sociedad”, puntualizó Marcela Posada.

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