LA PATRIA | MANIZALES

Eduardo Antonio Aranzazu López está próximo a pensionarse. Dice que siempre ha tenido vena artística. Sin embargo, fue durante la pandemia por la covid-19 cuando empezó a sacarle jugo a su talento. En cada trozo de madera o de árbol que se encuentra en la calle ve la materia prima necesaria para elaborar pesebres.

"Antes no tenía ni forma ni tiempo. Esto es un arte natural y casero", afirma mientras en una repisa en madera, ubicada en una esquina de su casa, exhibe cuatro pesebres de distintos tamaños que ha elaborado en este tiempo.

Sus pesebres no son desarmables. Por eso, sigue al pie de la letra el consejo de una tía, quien en una oportunidad le dijo que los pesebres nunca se debían guardar. Por ello, su trabajo siempre está a la vista de quienes frecuentan su casa.

El patio de la vivienda también sirve de taller. Allí tiene siempre listas cinco herramientas, siendo el serrucho la más importante. Ahí almacena troncos gruesos, delgados, alargados y redondos. De esa parte del árbol (tronco) es de la que extrae más material. "Cuándo me doy cuenta de que alguno se cayó, me llevo una parte para la casa, la pongo a secar y de ahí voy sacando la corteza, y todo lo que necesite. Las imágenes sí las compro porque son en marmolina y les instalo luces", cuenta Eduardo, quien labora como mensajero del diario LA PATRIA.

Eduardo le saca provecho a cualquier tronco para fabricar pesebres. Le gusta iluminarlos.

Tiempos

El pesebre más reciente que fabricó le tomó dos meses. Mide un metro de largo por 30 de ancho, el precio varía según el tamaño, pues incluye pesebres de 30 centímetros, o de 30 por 20. "Todo depende de su complejidad, normalmente lo puedo hacer en dos fines de semana. Lo más difícil es armar la estructura porque va en alambre y en malla para que quede firme y fijo, incluidas las figuras. A la gente les ha gustado. A quienes me encargan, les digo que lo hagan con dos semanas de anticipación".

Hasta ahora ha elaborado 12 pesebres. Se enfoca en ellos porque disfruta esta época del año que fue inculcada por su familia. A futuro, una vez obtenga su pensión, quiere dedicarse a este arte y a emprender. Asimismo, le gustaría que su hija y sus nietos, de 8 y 4 años, siguieran la tradición de disfrutar la Navidad. "...en especial, de elaborar pesebres", concluye.

Este es otro modelo. El pedazo de árbol es aprovechado en su totalidad.

El musgo, hojas secas y palos de madera también hacen parte de los materiales.

Esta es otra presentación de pesebre que también realiza.