Pamela Valencia, coordinadora de la maestría en Políticas Públicas de la Universidad Autónoma de Manizales y docente investigadora del Centro de Estudios Ambientales (CEA). 

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Pamela Valencia, coordinadora de la maestría en Políticas Públicas de la Universidad Autónoma de Manizales y docente investigadora del Centro de Estudios Ambientales (CEA).

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Pamela Valencia, coordinadora de la maestría en Políticas Públicas de la Universidad Autónoma de Manizales (UAM) y docente investigadora del Centro de Estudios Ambientales (CEA), habló este miércoles con LA PATRIA Radio sobre el trabajo de registro y política pública que realiza con la población en condición de calle en Manizales y Caldas. Esto dijo: 

¿Qué registro o trabajo realizan con la población en condición de calle? 

De esta situación social lo que podemos rescatar es que hay diferentes categorías. Por un lado están los habitantes de calle, quienes han hecho de la calle su hogar; lo habitantes en la calle que residen la mayor parte del tiempo en la calle a través de trabajo en la informalidad o que son vendedores ambulantes y tienen un lugar donde pasar la noches, pero ese lugar no necesariamente es un cuarto que alquilan o una casa, sino hogares o refugios que algunas organizaciones sociales destinaron para ellos y los habitantes en riesgo de calle que son los niños, jóvenes y adolescentes que se pasan la mayor parte del tiempo en la calle sobre todo consumiendo sustancias psicoactivas. Entonces no están en el colegio o en sus casas. Ellos se encuentran entre un hilo muy delgado con la habitante de calle. 

Hay reportes de la Alcaldía de Manizales que indican que hay 527 habitantes de calle en la ciudad. ¿Ustedes tienen en sus registros esta misma cifra? 

A diferencia de otros departamentos encontramos que las cifras y estudios son muy difusos. El año pasado con la Territorial de Salud participamos en el diagnóstico en el departamento. Encontramos que de todos los municipios son pocos los que cuentan con datos, cifras exactas porque cada una de las secretarías tendría que tener un dato exacto. Esto se dificulta porque como la habitancia en calle es un fenómeno que se mueve y es dinámico, es muy difícil llevar un registro. En Manizales tenemos esa cifra de 527, pero es una ciudad que no cuenta con mayor población habitante de calle, encontramos por ejemplo que La Dorada es un municipio que más reporta habitantes de calle por ser un lugar rector, por su ubicación geográfica. 

En ese trabajo de registro identificaron dónde se está tratando de hacer las cosas bien. ¿Cuáles municipios tienen una política pública que funcione mejor para reducir este problema y para atender en su dignidad a estas personas? 

Yo me hago esa misma pregunta. Lastimosamente la percepción que tenemos después de realizar este proceso es que si apenas están haciendo un diagnóstico es porque las cosas no funcionan muy bien. Si apenas vamos a realizar una política pública. Nuestro estado social de derecho requiere de presencia en estos municipios y en el departamento en relación con el fenómeno del habitante en calle. El acceso a los derechos sociales y las garantías de esos derechos y en ese sentido el Estado no está haciendo mucha presencia con programas y con ello no digo que tengamos que resolver la vida de las personas que deciden vivir así. En muchas casos encontramos que habitante de calle dijeron que prefieren vivir en la calle porque quieren consumir. pero el estado tendría que entrar a determinar con mayor fuerza si esa situación de esos habitante de calle que supuestamente dijeron libremente vivir en la calle en realidad lo hacen porque es un condición de autonomía o por algo estructural, porque han sufrido violencias estructurales, abandono, falta de garantías a acceso a educación y violencia intrafamiliar. 

¿Cuál es la invitación a la ciudadanía con este tema? 

Cuando te refieres a la estigmatización es un problema serio. Con la estigmatización hemos llamado a estas personas desechables y el hecho de llamarlas así hace que nosotras desconocemos toda una trayectoria que los ha llevado a esta edición. No es que todo los habitantes de calle sean ladrones, adictos, hagan un mal, sino que esta condición muestra que hay una violencia multicausal y condiciones estructurales que hay que analizar y entender y que tendríamos que ver a partir de la política pública y de cómo atender desde la salud , la educación, lo psicológico y familiar. 

Escuche la entrevista completa aquí: