Paula Andrea Sánchez, secretaria del Interior y encargada de la Secretaría de Movilidad de Manizales, habló este jueves con LA PATRIA Radio acerca del balance de la ciudad en materia de seguridad y las acciones que se están desarrollando desde la Alcaldía con los habitantes de calle. 

¿Cómo recibe la ciudad? 

Recibimos 16 mil casos en trámite. Un volumen muy alto. La Secretaria del Interior tiene a su cargo las inspecciones, las comisarías de familia, los corregidores. Por lo tanto, es un reto muy grande la administración de justicia, es casi tener los juzgados a cargo. Ya estamos implementando un plan de choque porque 16 mil casos son muchísimos. Problemas que hay entre vecinos por servidumbres, por riñas, casos de violencia intrafamiliar que son los más delicados de todos porque involucran a los más vulnerables: niños, adolescentes y mujeres. 

Asimismo, recibimos una ciudad con invasiones grandes y allí tenemos una población vulnerable. Tenemos un sondeo de 527 habitantes de calle, más de 2 mil vendedores informales de los cuales más de la mitad no tienen permiso. Población migrante que no está contabilizada adecuadamente. Según Migraciones Colombia, en Caldas hay 20 mil migrantes de diferente nacionales, pero mayoritariamente venezolanos con permisos para estar en Caldas, de los cuales 16 mil estarían manizales. Cerramos el año con 35 homicidios y en 2024 llevamos 3, 2 esclarecidos. Realmente lo que recibimos fue una secretaría en la cual hay retos de restablecer la autoridad, el cumplimiento de normas básicas de convivencia y desorden en espacio público. 

Hay 527 habitantes de calle en Manizales. Este tema debe tener una visión humanista para el tratamiento de estas personas, pero también intervenir en situaciones como el consumo. ¿Qué está pasando con este tema? 

Los habitantes de calle son personas que un 99% consumen, que aunque se les ha ofrecido hogares de paso y desintoxicación la mayoría no quieren esa atención. Ellos entienden que su casa es la calle, entonces tienen unos hábitos distintos. Tiene unos problemas de desarraigo con sus familias. Nosotros tenemos un equipo que es la Unidad de Protección a la vida (UPV) y tenemos un grupo de personas que están circulando desde muy temprano y hasta muy tarde con la Policía haciendo control. Hacemos un proceso para que vuelvan a sus casas, pero muchas veces los primeros que los rechazan son sus familias y casi nunca ni quieren volver a sus casas, ni quieren tener un lugar de habitación digno. Existe también un programa que consiste en tratar de sacarlos de los lugares donde más perturbación generan: antejardines, entornos escolares y de residencia. Los llevamos a la Unidad y allí pueden tener un autocuidado, oportunidad de bañarse, de ir al baño, cambiarse de ropa y tener condiciones dignas y los que quieren acceso a desintoxicación. 

Pero la otra parte de la historia es que hemos encontrado en determinados barrios donde les va muy bien porque tiene las tres comidas, los dos refrigerios, les dan la monedas para que cuiden los carros  y hacen los mandados a la señoras del vecindario. No hay motivo para que ellos se quieran ir. El primer llamado es que no les den limosna a las habitantes de calle. Esta semana me decía uno que al día se ganaba $200 mil pesos a punta de limosa y son libres. Si seguimos dándoles, no hay manera de que se vayan del barrio. Es importante que se active la Línea 123 para informarnos dónde tenemos que ir a sacarlos. 

¿Cuál es el siguiente paso con ellos?

 A través del sistema geográfico vamos a tener un registro de ellos, no solo para identificarlos sino para ayudarlos y protegerlos. Esta es una población altamente vulnerable. De hecho muchos sectores les echan la culpa a los habitantes de calle por la mala disposición de basuras o por los hurtos y en muchos casos no son ellos. Con Emas tenemos una mesa permanente y encontramos que el 82% de lo que mal disponen las basuras no son los habitantes de calle, son los comerciantes y los vecinos del sector. Esos son los principales actores de la mala disposición de basuras. Claro, los habitantes de calle son los que abren las basuras y llega el perro callejero y lo demás, pero el que dispuso mal la basura es el comerciante o la vecina a la que se le olvidó sacarla el día que era. Estamos estigmatizando mucho a esta población

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