Freddy Arango
LA PATRIA | Manizales
María Cenelia Bedoya tiene su vivienda en esterilla y techo de zinc como las otras 100 familias que desde hace seis meses invadieron un predio de la Alcaldía en Alto Samaria. Día a día adecuan el terreno, emparejando la ladera, parando guaduas para poner el piso de esterilla o madera y, en algunos casos, cartón o simplemente tierra.
Mónica Martínez lleva cinco meses habitando Mirador Altos de Samaria, así bautizaron el asentamiento. "Hay gente que lleva más tiempo, nosotros solo pedimos oportunidades de trabajo, no pedimos nada gratis, que nos ayuden con vivienda o con el pedacito de lote, esto es muy grande".
La vivienda de María Cenelia es una habitación grande, donde se encuentra su cama y a un lado la cocina. Tiene una estufa de gas que no funciona, le falta la pipa, solo le sirve para ubicar ollas ahumadas del fogón de leña que tiene en el patio, donde siempre hay agua hirviendo por si en algún momento le llega una ayuda o logra conseguir arroz, panela y, si está de buenas, papa para cocinar y así alimentarse.
"No le pido a la Administración un palacio, sino una casita humilde, donde pueda vivir mis últimos años, que nadie me moleste. Un ranchito en el que yo pueda estar, por mi edad no tengo ningún trabajo que me respalde", Arcesio Martínez Gallego, quien vive solo y de la ayuda de la gente.
"Llevo cinco meses, hay mucha lluvia y pantano. Salimos a buscar agua con los vecinos, en la parte de abajo hay un tanque donde recogemos agua de un nacimiento para lavar la ropa y en algunas ocasiones bañar a los niños. Estamos empezando hacer las alcantarillas ayudándonos y así poder entrar dignamente al baño y ducharnos. Es muy difícil vivir sin agua ni luz. Tanta gente, tantos niños, tantas necesidades, somo personas que no tenemos recursos para pagar arriendo y aveces ni para comer, en las noches utilizamos velas y linternas", comenta Gloria Katherine Marín.
Carlos Alberto Parra pide vivienda y oportunidad de empleo, mientras trabaja en su lote y recorre el caserío mostrando las necesidades de sus vecinos.
Madera, tazas sanitarias y todo tipo de material que sirva para dar forma a sus viviendas es lo que se ve pasar por los caminos que unen estos lotes en construcción.
María Cenelia Bedoya desde la ventana que tiene en medio de las esterillas ve Manizales, con sus atardeceres y grises. Esta temporada de lluvias inunda las canales de vertederos de agua que hacen el papel de calles por donde ingresan a sus ranchos.