El contralor de Manizales, Iván Darío Delgado,  habló este martes con LA PATRIA Radio acerca de la gestión y hallazgos de la entidad y los procesos de investigación de la misma. Esto dijo:  

¿Cuáles son algunos de los hallazgos de la Contraloría? 

Hemos logrado identificar más de $4 mil 500 millones en presuntos hallazgos patrimoniales. Mi principal compromiso es investigar, independiente de los resultados. Por eso ya sea por denuncias o medios de comunicación o las auditorías que realizamos llevamos más de 26 hallazgos fiscales. La vigencia 2023 generó una alerta y hallazgos en dos temas de ciudad: la crisis en las entidades prestadoras del servicio y algunas obras de infraestructura de la ciudad. 

Uno de nuestros columnistas escribió una columna fuerte en torno a la labor de la Controlaría. Dice que este organismo de control no ha ejercido el control e inspección de los manejos de recursos públicos en la Administración de Carlos Mario Marín. ¿Qué piensa de ese tema?

Yo soy respetuoso de las opiniones personales, pero hemos venido ejerciendo el control respectivo. Hemos hecho auditoria a más de $2 billones, hemos hecho auditorías financieras y de gestión a todos los sujetos. Es importante aclarar. Primero, hay muchas situaciones con las que las personas pueden no estar de acuerdo, pero que no son del resorte de la Contraloría. Segundo, es un tema de competencias. Hay muchos reclamos en el tema de la PTAR, Los Cedros y las demoras en obras, pero con respecto al anticipo de la PTAR debe estar claro que es un tema que asumió la Contraloría General de la República. Con Los Cedros, cuando estaba en ejecución, hicimos una auditoría e iniciamos luego una actuación especial de fiscalización. Los tiempos de los diferentes actores no son los mismos. No es lo mismo el tiempo que tiene un periodista o un columnista que el tiempo de nosotros para investigar. Nosotros hacemos control posterior y selectivo y no hacemos auditorías a personas sino entidades. 

Hay una sensación en la ciudadanía: Que es muy tarde cuando investigan en la Contraloría. ¿Cómo lo ve desde su gestión? 

Efectivamente nuestro control es posterior y selectivo. Es una realidad jurídica y constitucional. Es muy importante hacer claridad que todos los órganos de control tienen unas funciones específicas. No se puede, por parte de la ciudadanía o de un columnista, culpar a determinado órgano de control por todas las situaciones que se puedan presentar. En las obras de gran importancia concurrimos y concluímos muchos órganos de control. Contraloría, Procuraduría, fiscalía y cada uno tiene su rol y son nuestras competencias jurídicas las que permiten actuar. Es importante que la ciudadanía conozca lo que estamos haciendo, que sepan que independiente de cualquier percepción personal estamos rellenando las auditorías y así como vigilamos, nos vigilan. 

Lo invitamos  a leer a los columnistas del periódico y sobre todo a los críticos. Eso ayudaría al debate público. Sabemos que la Ley dice que son posteriores, pero entonces son como los bomberos. Llegan cuando ya existió el incendio. Es una lástima que la Contraloría no tenga otros mecanismos que ayuden a advertir a tiempo de la pérdida de dinero. ¿Qué piensa de esto?

Trato de leer a todas las personas, pero para mí es claro que debe existir una claridad en las responsabilidades. No es viable culpar a una entidad de muchas situaciones que no pasan y que no son competencias de la entidad. Más que ser bomberos, el problema es estructural. Eso fue lo que dejó la Constitución de 1991. Estamos obligados a cumplir lo que ordena la ley y los funcionarios públicos respondemos también a lo que hacemos por fuera de nuestras competencias. Debemos actuar y trabajar. También es importante esto: en la Contraloría somos 34 personas. Si bien existe una cabeza visible que es el Contralor que debe asumir las críticas y situaciones particulares, deben tener en cuenta que hay funcionarios quienes realmente elaboran los informes y hacen auditorias. No se puede llevar la situación a un campo personal. 

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