Fotos | Darío Augusto Cardona | LA PATRIA Javier Gutiérrez Cano sostiene una hembra de la raza Buchón Holandés, sus características son su tamaño y las plumas de las patas, llamadas samarro. Normalmente hay que reproducirlos a través de incubación con otro tipo de palomas. Se utilizan mensajeras como nodrizas.
Darío Augusto Cardona S.
LA PATRIA|MANIZALES
Javier Gutiérrez Cano es uno de los colombófilos de Manizales. Su historia comienza a los 4 años de edad, cuando sus padres le regalaron su primera pareja de palomas y desde esa época está dedicado al cuidado y mantenimiento de estos pájaros.
Hace 30 años tomó en serio su afición y se convirtió en colombófilo. Hoy en su palomar se encuentran aves mensajeras y ornamentales.
Hembra de la raza Buchón Noruego, la define su tamaño, morfología y son generalmente buenas reproductoras. Es ornamental.
En esa época el conocimiento sobre el manejo y mantenimiento de estas aves fue empírico y en los encuentros se intercambiaba el conocimiento de cómo hacerlo mejor.
El trabajo en el palomar consta de repartir el alimento y el agua, la observación del estado físico de cada ave, el aseo del palomar se hace cada dos y tres meses.
Cría de Buchones Holandeses de copete.
Se retira la palomina, que es el excremento; se desinfectan los cubículos y las bañan en agua con sal marina y vinagre de frutas. Luego se fumiga por debajo de las alas y el timón o cola para prevenir los ácaros.
El dato
La magnetita que estos animales poseen en el pico los hace capaces de detectar el campo magnético de la tierra.
El entrenamiento de un palomo mensajero comienza con el reconocimiento de su palomar y su entorno. Luego se lleva a una distancias de 5 kilómetros y se deja volar. Debe llegar al palomar y así sucesivamente se aleja a 10, 15, 40 kilometros. Esto se hace para que el animal coja confianza y siempre llegue al criadero. Un paloma con todas sus facultades, haciendo un recorrido de Cali a Manizales, debe tardar unas tres horas y alcanzar velocidades en vuelo de 80 kilómetros por hora.
El palomo mensajero lleva en su pata un anillo con la identificación. Tiene factores de riesgo en competencia como clima, depredadores (gavilanes, cazadores furtivos) y se pueden electrocutar en la salida. Cuando llega del vuelo de competencia se le debe hidratar y 40 minutos después, alimentar.