Foto | EFE | LA PATRIA  Bomberos trabajan en la extinción de un incendio, en el cerro El Cable, en Bogotá.

Foto | EFE | LA PATRIA

Bomberos trabajan en la extinción de un incendio, en el cerro El Cable, en Bogotá.

Autor

RANDY GÓMEZ AFRICANO

EFE | LA PATRIA | BOGOTÁ

Los habitantes de Bogotá se han volcado en atender los incendios forestales que desde hace tres días mantienen a la capital en vilo y a sus diferentes fuerzas de emergencias en un constante y arriesgado esfuerzo.

En la ladera del cerro El Cable, donde desde el miércoles se encuentra el incendio más complicado, los habitantes viven atentos a los vehículos de emergencias que suben para atender las llamas, mientras que los vecinos de El Paraíso, en el céntrico barrio de Chapinero, se organizan para juntar comida y bebidas para bomberos, policías y militares.

El fuego comenzó alrededor del mediodía, uniéndose al que ya acechaba a los vecinos de los cerros orientales el lunes y que aún sigue activo. Entonces, los vecinos comenzaron a enviar mensajes de texto y alertar sobre la amenza del fuego.

Ahora, con el humo de fondo que ha inundado buena parte de la ciudad, un camión cisterna de los bomberos bloquea una de las calles principales del barrio, mientras los vecinos y los funcionarios de la Alcaldía se han organizado para proveer suministros y ayuda a los numerosos miembros de las fuerzas de emergencia y los periodistas.

Ayuda ciudadana

"De algún modo queremos ayudar, y no podemos estar en la montaña, metiéndonos en la candela. Mucha gente está allá desde anoche con hambre, frío y sed, por lo que esta es una forma de agradecerles, pues sabemos que llevan días sin dormir", dice Maritza Caro, de las vecinas que está apoyando la emergencia.

Desde que llegaron los bomberos, sirve aromáticas y refrigerios en una mesa frente al sendero que conduce al cerro a los servicios de emergencia, y también cocina con otros habitantes para que puedan recargar fuerzas.

"De incendio en incendio queremos aportar un granito de arena, y queremos que se sientan apoyados de alguna forma", alega.

Al otro lado, más de 300 personas trabajan de forma manual, sobre el terreno, y desde el cielo, para esfumar las llamas. Todos los sistemas distritales para atender emergencias que posee la capital están activados y los helicópteros Black Hawk de la Fuerza Aeroespacial colombiana, de la Policía y de los bomberos trabajan sin descanso.

Sin embargo, la situación continúa complicándose. El incendio, aunque controlado en algunas zonas, sigue propagándose y ya pasa factura a los bomberos.

"En las horas de la noche tuvimos dos bomberos afectados por la caída de una roca, ya fueron remitidos a una entidad médica cercana a donde estamos trabajando. No son afectaciones de gravedad pero sí fueron afectados en sus miembros inferiores", dice el cabo Danny Peñalosa de los Bomberos de Bogotá.

"Para que esto pronto acabe"

Ante este contexto, algunas familias y negocios de la zona se han unido a la labor, incluso exponiéndose al peligro que puede suponer acercarse a las llamas.

Desde su tienda, por ejemplo, Rosa Rodríguez envía diferentes suministros cocinados o empacados: "Parte de mi familia se ha unido y ha subido hasta donde hemos podido para poder ayudar y para que esto pronto acabe", subraya esta mujer mientras empaca una bandeja con embutidos.

Su hija Aura ha sido la encargada principal de los envíos de comida y bebidas desde su tienda. A pesar de lo importante de su labor, tanto ella como los demás vecinos se han encontrado con dificultades al ascender en el sendero: "Toca a pie. Son dos horas de trayecto de subida, y nadie te sube", explica Aura.

El del cerro El Cable hace parte de la treintena de incendios que hay actualmente activos en Colombia y que se concentran sobre todo en el centro y norte del país, en los departamentos de Huila, Santander, Boyacá, Bolívar, Cesar, Cundinamarca, Antioquia, La Guajira y Norte de Santander.

El fenómeno de El Niño, que está causando una ola de altas temperaturas y fuertes sequías en estas zonas, ha propagado los fuegos, que en otras ocasiones también han sido provocados, como el del caso del Páramo de Berlín en Santander.

Según la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgos de Desastres (UNGRD), desde el inicio del fenómeno de El Niño se han registrado 336 incendios forestales en 174 municipios del país, con 252 de estos ocurridos en lo que va de 2024.

Temas Destacados (etiquetas)