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El presidente de la Corte Suprema, Gerson Chaverra, confirmó que por el momento no hay reporte de que ningún integrante de esta alta instancia haya recibido amenazas.
EFE | LA PATRIA | BOGOTÁ
El Gobierno y las fuerzas de seguridad de Colombia encendieron ayer todas las alarmas tras conocerse que se descubrió una maqueta del Palacio de Justicia junto a explosivos que podría apuntar a un posible atentado contra la sede judicial, un hecho que está en investigación pero que ha motivado a incrementar la seguridad en las instalaciones aunque por el momento no ha trascendido más información del caso.
Lo que se conoció ayer es que el martes 13 de agosto de produjeron dos allanamientos en dos viviendas en la localidad de Ciudad Bolívar, en el sur de Bogotá, en las que se encontraron la maqueta, ocho kilos de amonal -sustancia compuesta por potasio, azufre y hule-, 68 cartuchos con dos proveedores de fusil y un chaleco de uso exclusivo de las Fuerzas Militares, informó el director de la Policía, general William Salamanca, en una rueda de prensa.
Aunque los hallazgos se realizaron hace tres días, no ha sido hasta ayer que han saltado las alarmas cuando el presidente de la Corte Suprema, Gerson Chaverra, confirmó a los medios el hallazgo de los explosivos y la maqueta y aseguró que "ante esa realidad objetiva es necesario que se adopten medidas de seguridad objetivas que refuercen el Palacio de Justicia para evitar que se vaya a perpetrar un atentado terrorista".
Tras el hallazgo, el jueves fue emitida una alerta para reforzar la seguridad de la sede judicial después de un consejo de seguridad extraordinario liderado por el presidente, Gustavo Petro.
La Policía ha puesto en marcha un plan de reforzamiento con 45 policías dentro del Palacio de Justicia. "La seguridad está fortalecida, hay una instrucción del mismo presidente de contribuir con la seguridad de la casa de la justicia", confirmó posteriormente Salamanca en una rueda de prensa donde dio más detalles de la operación, que ahora queda en manos de la Fiscalía, quien realiza toda la investigación.
El Gobierno nacional refuerza la seguridad de la Corte Suprema ante alerta de atentado.
Chivatazo
Salamanca indicó que la operación tuvo lugar después de que las fuerzas de seguridad recibieran información de una fuente humana, tras lo cual allanaron las dos viviendas. Todo el material incautado se encontraba en la primera vivienda.
Si bien en la segunda no encontraron nada, pudieron establecer que era la residencia de "una persona conocida como 'Alarcón' que había sido asesinada el día anterior", explicó a medios el director de la Policía.
También agregó que la investigación está en manos de la Fiscalía y son sus especialistas los que tienen que analizar el material incautado, pero la información de los técnicos hasta el momento es que es una sustancia explosiva que no tiene "una poder de alta repercusión", en palabras del general.
Y sobre la maqueta, realizada en cartón y sin demasiados detalles del interior del edificio, Salamanca también aseguró que tiene "preguntas" sobre "si corresponde o no al Palacio de Justicia, pero no podemos afirmar nada".
La ministra de Justicia, Ángela María Buitrago, aseguró: "Lo más importante es que es una alerta que no se debe descuidar. Esto sucedió igual cuando la toma del Palacio de Justicia, estaban alertados todos los órganos de seguridad, todos los entes, se sabía que tenían los planes del Palacio de Justicia y se hizo caso omiso".
"Hay que tomar en serio cualquier clase de alerta que se presente en estos casos", insistió.
La Fiscalía, mientras tanto, detalló que los hallazgos son "objeto de análisis (...) para determinar el origen y actores criminales que puedan estar tras la presunta planeación de ataques contra instituciones y personalidades detectada en las últimas semanas".
Un edificio emblemático
El Palacio de Justicia es un edificio simbólico pues el 6 de noviembre de 1985 fue ocupado por el grupo guerrillero Movimiento 19 de Abril (M-19) y recuperado al día siguiente, después de 28 horas de enfrentamientos y bombardeos por el Ejército, en una operación que dejó cerca de un centenar de muertos y 11 desaparecidos. Gustavo Petro, presidente de Colombia, hizo parte de esa guerrilla.
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