La Corte Constitucional informó que ayer entregó a la Arquidiócesis Bogotá el crucifijo que acompañó su labor en la sala plena desde julio de 1999.

El crucifijo lo recibió el cardenal Luis José Rueda Aparicio para que sea resguardado y preservado por la Arquidiócesis. La presencia de símbolos religiosos en juzgados y cortes no es un asunto nuevo.

De hecho, la mención de Dios en la Constitución generó todo un debate, porque la anterior carta política, que estuvo vigente durante 105 años, comenzaba así: "En nombre de Dios, fuente suprema de toda autoridad..."

Al pasar Colombia a regirse como estado laico, la sola mención de Dios provocó en algunos decir que era necesario suprimirlo completamente, mientras otros constituyentes reclamaban que Colombia es un país creyente, católico y no se podía negar su condición.

Todo quedó tranzado así en el preámbulo: "EL PUEBLO DE COLOMBIA, En ejercicio de su poder soberano, representado por sus delegatarios a la Asamblea Nacional Constituyente, invocando la protección de Dios,..."

El presidente de la Corte Constitucional, el caldense José Fernando Reyes Cuartas, recientemente elegido Caldense de Año 2023, junto con los magistrados y magistradas de la Sala Plena, hicieron entrega del símbolo y reconocieron su importancia y su significado en la memoria institucional de la Corte Constitucional, según reza el comunicado.

Es curioso que la justicia considere que para ejercer su labor no puede partir de credos, a pesar de que el símbolo es la Diosa griega Themis, con la balanza que representa el equilibrio y los ojos vendados para dar cuenta de que se falla en derecho, no por personas.

La Constitución de 1991 consagró a Colombia como estado laico y declaró dentro de los derechos fundamentales la libertad de cultos en su artículo 19:

"Se garantiza la libertad de cultos. Toda persona tiene derecho a profesar libremente su religión y a difundirla en forma individual o colectiva".

En cuanto a la presencia de estos símbolos en los tribunales, las opiniones varían.

Algunos argumentan que la exhibición de símbolos religiosos no implica maltrato hacia quienes no comparten esas creencias, mientras que otros abogan por la neutralidad total en los espacios judiciales e incluso en las escuelas.

Recientemente, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó que los Estados miembros tienen discreción para diseñar la neutralidad en el lugar de trabajo, considerando su contexto específico, sin embargo, varios fallos han avalado que se retiren los símbolos religiosos de las escuelas.

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El año pasado el director de la Policía Nacional general Henry Sanabria fue retirado de su cargo por el presidente, Gustavo Petro, después de que en unas declaraciones que llevaron a ser investigado por el Ministerio de Defensa por hacer expresas sus creencias religiosas en una entrevista concedida a la revista Semana.

En esta dijo: “La existencia del diablo es cierta. Lo he visto, lo he percibido, para muchos es una fábula y otros no creen. Y eso está bien porque, digamos, el diablo lo dice, él se niega a sí mismo”. Fue remplazado por el general retirado William Salamanca.

El mandatario había dicho en marzo del año pasado que nunca perseguiría a alguien por sus creencias religiosas, aunque aclaró que debe existir una separación entre las creencias y la función pública de los servidores públicos.

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