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El sepelio de la pequeña Michelle Dayana González, de 14 años, se realizó en la tarde de ayer en el parque Memorial La Ermita de Yumbo (Valle).
EFE | LA PATRIA | BOGOTÁ
Tras cuatro días de búsqueda y una recompensa de $100 millones, las autoridades dieron ayer con el paradero de Harold Andrei Echeverry Orozco, el supuesto homicida de una niña de 14 años, desmembrada la noche del jueves pasado en un taller en Cali.
El crimen, que causó conmoción en Colombia, ocurrió cuando la menor fue enviada por su padre a hacer unas compras al mercado en el barrio San Judas de la capital del Valle del Cauca.
"A su retorno a la residencia, al parecer, fue llevada a este taller engañada", afirmó el comandante de la Policía de Cali, general Daniel Gualdrón, que detalló que cuando los policías llegaron vieron "trazos de sangre" en el establecimiento.
"Esto nos condujo a buscar en unas canecas y en una maleta que se encontraban debajo de una escalera, en un cuartillo de guardar elementos. En una caneca (y en la maleta) encontramos partes de la menor", expresó el oficial.
Genaro González, padre de la menor, aseguró ayer durante el sepelio: "Las últimas palabras que me dijo mi niña esa noche fueron: 'Papi, no me demoro' y no la volví a ver".
En medio de lágrimas, las compañeras de la víctima llegaron a acompañarla en su último adiós antes del mediodía, a una eucaristía, levantando carteles que decían: "Queremos salir a la calle sin el miedo de no regresar".