EFE | LA PATRIA | Bogotá

El Fondo Monetario Internacional (FMI) destacó ayer el “progreso encomiable” de Colombia en el último año para avanzar hacia una actividad económica más sostenible, pero le recomendó actuar con cautela en este 2024.

“Este progreso se debe a las buenas políticas macroeconómicas implementadas en los últimos años; estas políticas restrictivas han permitido una corrección de los desequilibrios internos y externos que se habían acumulado durante el periodo de alto crecimiento del 2021 al 2022”, dijo en una rueda de prensa la jefa de la Misión del FMI para Colombia, Ceyda Oner.

El FMI, que ayer concluyó la revisión del llamado Artículo IV de su convenio constitutivo con el país, señaló que la actividad económica, que tuvo un importante crecimiento cuando el país empezó a salir de la pandemia, comenzó a estabilizarse a finales de 2023.

“Las tasas de inflación experimentaron una reducción significativa y el déficit en cuenta corriente mejoró notablemente”, subrayó Oner, quien indicó que “de cara al 2024 las perspectivas siguen siendo prudentemente optimistas”.

En ese sentido dijo que “se espera que la economía continúe la tendencia de 2023, registrando un crecimiento modesto a medida que las políticas macroeconómicas se normalicen gradualmente”.

PIB moderado

Según el FMI, se espera que el producto interno bruto (PIB) de 2023, que será divulgado hoy por el Gobierno, muestre un crecimiento del 1,2%, inferior a “los niveles insosteniblemente altos después de la pandemia, debido a la desaceleración de la demanda interna”.

La economía de Colombia creció un 7,5 % en 2022 y en 2021 lo había hecho a un ritmo del 10,6 % por la reactivación de las actividades productivas tras el parón casi total durante 2020 por la pandemia.

En cuanto a la inflación, el organismo subrayó el hecho de que cayó de un máximo interanual del 13,3 % en marzo de 2023 al 8,35 % registrado en enero pasado.

Riesgos a la baja

Según Oner, para el FMI los riesgos para la economía colombiana, aunque han disminuido, aún persisten, por lo que recomendó “cautela”, principalmente en el manejo de la política monetaria.

Entre los riesgos externos, el FMI apunta a “una intensificación de los conflictos geopolíticos mundiales que podría endurecer aún más las condiciones financieras, perturbar las cadenas de suministro y elevar los precios mundiales de los alimentos” y en consecuencia, aumentar las presiones inflacionarias.

“A nivel interno, un fenómeno de El Niño más fuerte de lo previsto también podría obstaculizar la actividad económica y elevar la inflación”, agrega el informe.