EFE | LA PATRIA | Bogotá

El Gobierno colombiano y el Estado Mayor Central (Emc), principal disidencia de las antiguas Farc, buscarán este lunes disipar las dudas en torno a un proceso de paz dilatado y en entredicho. Al tiempo, arrancarán un esperado cese el fuego de tres meses que les permita sentarse a negociar.

En Tibú, municipio del Catatumbo (Norte de Santander), se volverán a sentar a la mesa, como lo hicieron el pasado 8 de octubre.

Las dos delegaciones llegan con la esperanza de que esta vez sí se puedan dar los anuncios oficiales: inicio del cese el fuego hasta final de año e instalación de los diálogos de paz.

Estas eran las dos noticias que esperaban los miles de campesinos y líderes sociales que se trasladaron el pasado domingo a Tibú, pero a quienes la dilatación del proceso acabó disgustando hasta el punto de tomarse el escenario donde estaban las delegaciones y avisar que sin cese el fuego nadie abandonaría el recinto.

Los rifirrafes entre las delegaciones han sido evidentes desde los primeros acercamientos, aunque en las últimas semanas la tensión aumentó con el intercambio de declaraciones, acusaciones y con las acciones de ambas partes.