EFE | LA PATRIA | BOGOTÁ

La Jurisdicción Especial de Paz (JEP) no será la que defina la puesta en libertad del excomandante de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (Auc) Salvatore Mancuso, informó ayer ese alto tribunal de justicia transicional.

"Es Justicia y Paz quien debe resolver sobre libertad de Salvatore Mancuso Gómez", precisó el magistrado de la JEP Pedro Díaz Romero en una rueda de prensa.

La JEP aceptó ayer el sometimiento "de manera excepcional" en ese tribunal de Salvatore Mancuso, "en calidad de sujeto incorporado funcional y materialmente a la fuerza pública".

Esto significa que la JEP se enfocará en su rol como nexo con altos mandos de la fuerza pública en el enfrentamiento con la guerrilla.

El carácter de Mancuso, que ya saldó sus deudas con la Justicia de Estados Unidos, como paramilitar seguirá bajo Justicia y Paz, el tribunal creado en 2005 para llevar los casos de los desmovilizados de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc).

Las Auc, el grupo que más homicidios cometió durante el conflicto armado según la Comisión de la Verdad, se desmovilizaron en 2006 tras un proceso de negociación con el Gobierno de Álvaro Uribe.

Como parte del acuerdo, los exparamilitares se acogieron a la Ley de Justicia y Paz, que contemplaba penas de máximo ocho años de cárcel a cambio de colaboración para esclarecer crímenes, pero algunos de los líderes perdieron esos beneficios y muchos, incluido Mancuso, acabaron extraditados por penas relacionadas con el narcotráfico a Estados Unidos.

La JEP mantiene sus competencias sobre Mancuso

El magistrado Díaz puntualizó que la JEP mantendrá las competencias en los casos en los que Mancuso aceptó aportar verdad y por los cuales fue admitido en este tribunal, es decir por sus vínculos con las fuerzas de seguridad del Estado.

Además dijo que se espera a que Estados Unidos resuelva el pedido de extradición sobre Mancuso para que el exjefe paramilitar regrese a Colombia.

Mancuso permanece en el Centro de Detención Stewart, de Georgia, pendiente, junto a sus abogados, de que las autoridades de Estados Unidos le resuelvan su situación migratoria.

Igualmente el magistrado Díaz enfatizó en que Mancuso se comprometió a aportar verdad en la JEP, que es un tribunal de justicia restaurativa, lo que significa que lo que quiere el exparamilitar es "reintegrarse a la sociedad y acompañar el proceso restaurativo de las víctimas".

Mancuso se convirtió en el primer exparamilitar en tener cabida en esta justicia especial de paz "sujeto incorporado material y funcionalmente a la Fuerza Pública".

Esta figura la abrió la JEP para analizar los casos de comparecientes que actuaron como bisagra entre la ilegalidad y las fuerzas del Estado.

Mancuso en la JEP

En 2020, la JEP rechazó el sometimiento del paramilitar Salvatore Mancuso luego de que la Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad concluyera que su rol fue el de un "miembro orgánico de la estructura criminal, desarrollando una función continua de combate".

En esa época, el exjefe paramilitar solicitó su sometimiento ante la JEP como tercero civil colaborador o financiador del paramilitarismo entre 1989 y 1997, antes de su vinculación a las Auc, organización de la que fue su último comandante.

Desde entonces, el excomandante de las Auc ha hecho varias declaraciones virtuales en audiencias ante la JEP, con las que buscaba, como lo logró ayer, que lo acojan ante esta justicia especial que contempla penas no privativas de libertad a cambio de aportación de verdad.

En ese sentido, en mayo reconoció, por ejemplo, hechos que eran de conocimiento como los vínculos entre paramilitares, políticos y empresas, crímenes que se cometieron y también dio datos que no se conocían, como la existencia de desaparecidos en Venezuela, adonde llevaban los cuerpos de los asesinados para que no los encontraran.