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Álvaro Uribe Vélez, expresidente de la República.
EFE | LA PATRIA | Bogotá
La defensa del expresidente Álvaro Uribe recusó este lunes al fiscal Gilberto Villarreal, que lleva su caso por los presuntos delitos de soborno, fraude procesal y soborno en actuación penal, alegando "parcialidad" y su relación con dos de las víctimas de la causa.
En la recusación presentada, los abogados justifican la decisión con base en la normativa que prevé "situaciones donde los fiscales deben declararse impedidos cuando existen factores que afectan a su imparcialidad en relación con las partes del proceso".
Según la defensa de Uribe, la imparcialidad del fiscal Villarreal está "seriamente comprometida y cuestionada" porque éste trabajó con el exfiscal general Eduardo Montealegre Lynnet y con el exvicefiscal general Jorge Perdomo cuando ambos estuvieron al frente de esa institución y que fueron aceptados como víctimas en este caso.
Durante este tiempo, Villarreal "no fue un funcionario de menor nivel o poca trascendencia, pues, por el contrario fue designado en cargos de especial relevancia e importancia".
"Los anteriores nombramientos, en importantes posiciones al interior de la Fiscalía en el curso de la administración Montealegre/Perdomo, denotan que usted era un funcionario cercano y de plena confianza frente a los doctores Montealegre y Perdomo, quienes fueron sus superiores jerárquicos, y ahora se postulan como supuestas víctimas en este caso, que usted tiene a su cargo", agregó la defensa.
La defensa, hablando en nombre de Uribe, agregó sobre Villarreal: "Su desbordada intervención solo denota que usted no está actuando en este proceso de forma objetiva, ni imparcial ni serena y que, particularmente, no tiene frente a mí una posición neutral, ni desapasionada, sino que por el contrario sin ningún recato, de forma ligera, me ha descalificado y acusado de otras conductas que dan cuentan de sus prejuicios en mi contra".
Este giro en el caso de Uribe, que fue presidente de Colombia entre 2002 y 2010, llega tan solo tres días después de que la Fiscalía lo acusó formalmente en juicio de soborno, fraude procesal y soborno en actuación penal, delitos que fueron aceptados por la jueza.
La jueza aceptó como víctimas del caso al senador Iván Cepeda, a los exfiscales Montealegre y Perdomo, así como a Deyanira Gómez, exesposa del paramilitar Juan Guillermo Monsalve, involucrado en el caso.
Un caso controvertido
La larga querella se remonta a 2012 cuando Uribe, que era senador, demandó por supuesta manipulación de testigos a Cepeda, que en esa época preparaba una denuncia en el Congreso en su contra por supuestos vínculos con el paramilitarismo.
Contrario a lo esperado por Uribe, la Corte Suprema de Justicia no abrió investigación contra Cepeda y, en cambio, le inició un proceso al exmandatario por manipulación de testigos.
La acusación por soborno tiene que ver con el presunto pago de coimas a Carlos Enrique Vélez y Juan Guillermo Monsalve, que están presos en las cárceles de Palmira, y La Picota en Bogotá, respectivamente.
Monsalve, un exparamilitar, aseguró que hubo toda una estrategia para aproximarse a él y convencerlo de declarar contra Cepeda.
El expresidente lleva años insistiendo en que el proceso en su contra tiene motivaciones políticas y carece de pruebas.
El fiscal Villarreal asumió el caso el 16 de enero pasado y el 9 de abril afirmó que a partir de las evidencias físicas y elementos probatorios determinó que había motivos para acusar a Uribe.
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