LA PATRIA | MANIZALES

Dos horas y media duró la reunión que sostuvieron ayer los presidentes de las altas cortes del país (Suprema, Constitucional y Consejo de Estado) con el mandatario de la República, Gustavo Petro, en las instalaciones del Palacio de Justicia, tras la polémica que tuvo el jefe de Estado la semana pasada con el fiscal general, Francisco Barbosa, luego de que el presidente asegurara que él es el jefe de ese funcionario.

Al finalizar el encuentro, Fernando Castillo, presidente de la Corte Suprema de Justicia, tomó la vocería y manifestó: “Coincidimos con el señor presidente de la República en la necesidad de mantener el firme compromiso de encauzar las diferencias a través de los mecanismos institucionales, dentro del respeto irrestricto a la autonomía e independencia judicial”.

Asimismo, invitó a todos los actores sociales, políticos e institucionales para afianzar la cooperación entre las ramas del poder público “para el efectivo cumplimiento de los fines esenciales del Estado”.

Más tarde el ministro de Justicia, Néstor Osuna, quien acompañó en la reunión al presidente Petro, expresó que el Gobierno no quiere tener ningún tipo de fricción con el poder judicial.

"Fue una reunión amable, cordial y franca en la que quedó claro que el Gobierno no tiene ni quiere tener ninguna fricción con el poder judicial en el respeto de la autonomía, independiente de la rama judicial", dijo Osuna en una rueda de prensa.

El ministro agregó que el Gobierno "está abierto a escuchar a todos los jueces de la República, a los magistrados de la Corte Suprema y la Constitucional".

"Si hubo alguna pequeña fricción de coyuntura que la semana pasada pudo causar alguna llamarada en la opinión pública, ya está completamente superada", concluyó.

El dato

Al almuerzo no fue invitado el fiscal general, Francisco Barbosa, debido a que se encuentra fuera del país.