Gustavo Petro en compañía de Iván Velásquez
EFE / LA PATRIA / Bogotá
El Gobierno nacional estudia tres ofertas para la renovación de la flota de aviones caza de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) y se inclina por la adquisición de 16 Rafale, de fabricación francesa, con un costo estimado de 15 billones de pesos, informó ayer la Presidencia.
La flota actual, compuesta por aviones Kfir israelíes, tiene más de 42 años de uso (con más de 30 años de operación en Colombia), por lo que “su operación y mantenimiento es costosa y puede ser riesgosa”, además de ser uno de los pocos países que sigue usando esas aeronaves, lo que dificulta la consecución de repuestos.
Sobre la mesa están también los aviones F-16 de fabricación estadounidense y los Gripen suecos, pero la propuesta que más suena para el Gobierno es la de los caza franceses porque “es la mejor opción para el país en relación precio, eficiencia y operatividad”, según el Ministerio de Defensa.
“Una hora de vuelo de un avión Rafale es aproximadamente 30% más barata que la hora de vuelo de un Kfir (estimada en 89 millones de pesos”, justificó la cartera de Defensa.
No obstante, aún no se ha firmado ningún contrato y el proceso está en fase de “prenegociación”, además de no ser algo nuevo sino “la continuación de un proceso que se inició hace 12 años, a través del Ministerio de Defensa y la Fuerza Aérea Colombiana”.
Polémica
El anuncio realizado este fin de semana por el presidente Gustavo Petro, de reemplazar los aviones de combate de la FAC, que están a punto de cumplir su vida útil, ha traído un largo debate en el país.
Durante su Gobierno, el ahora expresidente Iván Duque (2018-2022) quiso dejar firmada la adquisición de los nuevos caza, alegando que la FAC tenía “aviones muy viejos y que van a salir de funcionamiento muy pronto”.
Por esa razón, en el presupuesto de 2021 ya se habían contemplado unos recursos “para hacer una evaluación y adelantar negociaciones que puedan permitir hacer esa sustitución en los mejores precios para Colombia”.
Petro, entonces en la oposición, criticó que “la compra de aviones en medio de una crisis como la que vivimos, es el máximo grado de irresponsabilidad de un gobernante”.
“No entiendo un país que pueda aplaudir que no se usen los recursos para salvar la vida y en cambio sí en instrumentos para bombardear niños”, manifestó en ese momento el hoy presidente.
Pero ahora, ya gobernando, Petro tiene que continuar un proceso que le viene empezado y donde lo único claro es que los antiguos aviones Kfir están muy cerca de volverse peligrosos para su funcionamiento.
Personas cercanas al presidente ya han criticado esta decisión del “Gobierno de la vida”, por lo que Petro se pronunció ayer que “no se gastará un solo peso de la reforma tributaria ni de la inversión social en aviones de combate”. “Las prioridades de mi Gobierno son y serán la reforma agraria, hambre cero, la educación superior gratuita, el bienestar de las madres cabeza de hogar y los jóvenes del país”, aseguró el mandatario en su cuenta de Twitter.
La deuda se empezaría
a pagar dentro de 5 años
El ministro de Defensa, Iván Velásquez, alegó que, en caso de cerrar la negociación, la “deuda se empezará a pagar dentro de cinco años, con el objetivo de no sacrificar recursos que hoy son indispensables para el gasto social, sino que esta inversión se pueda realizar bajo mejores condiciones económicas”. Sin embargo, subrayó la necesidad de tener “unas Fuerzas Militares modernas, fortalecidas y con capacidades, no para la guerra, sino para garantizar la soberanía nacional y la seguridad ciudadana”, según un comunicado del Gobierno.