Martín Mestre y Nancy Vargas, padres de Nancy Mariana Mestre.

Foto | EFE | LA PATRIA Martín Mestre y Nancy Vargas, padres de Nancy Mariana Mestre.

Autor

Hugo Penso Correa

EFE | LA PATRIA | Barranquilla

"Era mi deber como padre que Jaime Saade respondiera ante la justicia por la muerte de mi hija", afirmó ayer Martín Mestre luego de la extradición desde Brasil, país en el que se escondió durante 30 años, por el homicidio de la joven Nancy Mariana Mestre, ocurrido en enero de 1994 en Barranquilla.

En una rueda prensa que la familia de la víctima ofreció un día después de que el condenado Saade fuera recluido en la cárcel El Bosque de Barranquilla, Mestre explicó cómo fue la búsqueda del asesino de su hija por varios países y otros cuatro años de difíciles procesos en despachos judiciales para que respondiera ante la justicia colombiana.

"Lo que he hecho no quiero que sea interpretado como una venganza, es algo mucho más profundo. Era mi deber como padre lo que me llevó a perseguir al responsable del crimen y buscar hacer justicia", reiteró Mestre, que agradeció las gestiones de las autoridades colombianas.

 

Una ventanita

Al referirse a las dificultades que surgieron para la extradición de Saade desde Brasil, ya que a nueve meses de su captura en el año 2020 el Tribunal Federal Superior de ese país negó su extradición a Colombia porque hubo empate en la votación de los magistrados, Mestre afirmó que "jamás nos imaginamos que todavía faltaban varias estaciones en este viacrucis de nuestra vida".

"Martín hay una ventanita", recordó que le dijo Margarita Sánchez, una abogada que es socia de un bufete en Washington, quien ofreció sus servicios para estudiar revertir el fallo adverso. En este paso también lo apoyaron los juristas Bruno Barreto de Brasil y Favio Humar de Colombia.

Al explicar que, aunque en un principio Saade fue condenado a 27 años de prisión es probable que solamente termine pagando 16, el abogado Raúl Romero manifestó que "en este caso lo más importante es el sometimiento a la justicia de Jaime Saade".

Indicó que en 2020 la defensa de Saade logró que se redujera de 27 a 24 años de prisión la pena, aplicando el principio de favorabilidad para el condenado porque una modificación de la ley establece una disminución para ese tipo de delito.

"Además, el Tribunal Federal Superior de Brasil puso como condición para la extradición que no se tuviera en cuenta el delito de estupro (acceso carnal violento en la normatividad colombiana) porque según las leyes de ese país ya había prescrito", anotó Romero.

 

Hace 30 años

Saade fue condenado en ausencia por la violación y homicidio de Nancy Mestre, de 18 años de edad, por los hechos ocurridos el 1 de enero de 1994 cuando fue a casa de la joven y les pidió permiso a sus padres para llevarla a una fiesta de Año Nuevo.

Horas después, Nancy fue llevada a una clínica de Barranquilla con un impacto de bala en la cabeza, completamente desnuda y con rastros de arena y plantas en el cuerpo, y falleció ocho días después.

Desde ese momento Saade desapareció sin dar ninguna explicación a las autoridades que investigaban el caso. Huyó a Brasil en donde hizo una nueva vida bajo la falsa identidad de Enrique Dos Santos Abdala, formando una familia con esposa y dos hijos, hasta cuando fue descubierto y capturado por la Interpol en enero de 2020.