Foto | EFE | LA PATRIA Carolina Corcho.
La ahora exministra de Salud Carolina Corcho llegó al gabinete de Gustavo Petro con la misión de aprobar una reforma de salud pensada para menguar las desigualdades del sistema sanitario; este miércoles salió de su cargo, tras una estela de polémicas, lejos de conseguir la luz verde del Congreso para una de las más ambiciosas políticas del presidente.
Corcho era la más sonada para abandonar el cargo después del revolcón de gabinete que anunció Petro el martes por la noche, ya que no ha logrado avanzar sustancialmente en la reforma de salud, el principal detonante de la crisis ministerial.
La significativa reforma, una de las banderas de la campaña de Petro, ha sido defendida a capa y espada por el jefe de Estado. No obstante, no ha logrado el respaldo político necesario y ha sido motivo de un vehemente debate en la sociedad colombiana, con una ministra acusada de intransigente.
Esta iniciativa, de hecho, provocó que Petro rompiera la coalición mayoritaria en el Congreso y ya había ocasionado una crisis gubernamental cuando algunos de los ministros que fueron críticos con esta fueron apartados del Gobierno, entre ellos el exministro de Educación Alejandro Gaviria.
La reforma de la discordia
Petro ya avisó hace unos días: La reforma a la salud era "la prueba de fuego de la coalición".
Sin embargo, los partidos Conservador, Liberal y de La U exigieron a sus congresistas esta semana que votaran en contra de la política sanitaria, una orden que también ha provocado tumultos al interior de las formaciones.
Para los partidos conservadores había unas líneas rojas que no se podían traspasar; para la exministra había propuestas inamovibles que no estaba dispuesta a dejar por fuera.
La reforma fue presentada el 13 de febrero y pretende llevar la atención sanitaria a todos los rincones y fortalecer la atención primaria y la prevención de enfermedades.
Esta propuesta ha causado una honda controversia en el país porque, según sus críticos, pondrá en riesgo la sostenibilidad de un sistema que, a pesar de sus numerosas fallas, funciona.
Corcho fue vicepresidenta de la Federación Médica Colombiana antes de llegar a la cartera de Salud, cargo en el que estuvo ocho meses también rodeada de controversias, y tiene mucha experiencia en activismo para mejorar el sistema de salud.
La psiquiatra se hizo conocida durante el covid-19 por sus polémicas opiniones sobre la gestión de la pandemia y por la publicación de datos falsos en sus denuncias contra el gobierno de Iván Duque. Criticó las condiciones del personal sanitario durante la pandemia y a las Entidades Promotoras de Salud (EPS) por su papel en la crisis sanitaria.
Un gabinete que tambalea
Corcho, una de las ministras más cercanas al presidente en el gabinete, será sustituida por el exsecretario de Salud de Bogotá durante la Alcaldía de Petro y exalcalde de Ibagué, Guillermo Alfonso Jaramillo.
La profunda reestructuración del gabinete se produce un día después de que el mandatario colombiano le pidiera la renuncia protocolaria a todo su gabinete por las dificultades que su programa de Gobierno, y en especial sus reformas sociales, han encontrado en el Congreso, donde el Pacto Histórico, la coalición de izquierda que lo llevó a la Presidencia, no cuenta con mayorías.
Entre los cambios más notorios están los de los ministros de Hacienda, José Antonio Ocampo, considerado un nombre de confianza de los mercados, y el de Interior, Alfonso Prada.
Con excepción de Corcho y de Prada, la mayoría de los ministros que dejan el gabinete son miembros o cercanos a los partidos Liberal, Conservador y de la U, que no apoyan en el Congreso el proyecto de reforma de la salud presentado por el Gobierno.