Foto | Tomada de https://www.vtv.gob.ve/ | LA PATRIA
Los equipos negociadores del Eln (izquierda) y el Gobierno nacional, reunidos en uno de los ciclos de diálogo en Cuba.
LA PATRIA | Manizales
A pesar de que el estatus político de las negociaciones y diálogos con el Ejército de Liberación Nacional (Eln) está reconocido oficialmente por la resolución 036 del 6 de marzo pasado, el debate sobre el carácter de este proceso de paz se avivó, luego de que la guerrilla, mediante un comunicado emitido este lunes, asegurara que “hay un desconocimiento al Eln, como una organización político-militar”, haciendo referencia a declaraciones públicas del presidente Gustavo Petro.
En dicho comunicado, el ‘Comando Central’ eleno le preguntó al Gobierno si sigue considerando como una interlocutora válida a la delegación del Eln que está en La Habana, en desarrollo del tercer ciclo de diálogos de paz.
La respuesta del Ejecutivo
“Como Gobierno nacional, reconocemos la legitimidad de la delegación del Eln”, aseveró, por su parte, el Ejecutivo, también el lunes.
Sin embargo, desde la Casa de Nariño se argumentó que “el pueblo nos juzga por lo que sucede en los territorios, por los constantes enfrentamientos y vidas que cobra esta guerra”. En ese orden de ideas, el Gobierno le recalcó al Eln que el “compromiso con la paz es inapelable” y espera que la respuesta de la guerrilla “sea consecuente con esta invitación y este llamado”.
¿Qué dijo el presidente sobre el Eln?
“Se sientan en la mesa y hablan, pero ¿mandan? Ahí, cada uno de nosotros tiene muchos interrogantes” fue la declaración del presidente Gustavo Petro el pasado viernes que abrió el debate con la guerrilla.
En dicha alocución, el mandatario enfatizó en que el Eln actualmente tiene sus cimientos en el enriquecimiento ilegal: “Los frentes son autónomos, son federales, giran todos alrededor de la economía ilícita, poco tienen que ver con el padre Camilo Torres”.
De este modo, el Eln catalogó nuevamente un impase con el Gobierno como una “crisis” en la mesa de diálogos, que se suma a la desavenencia que se vivió en enero del 2023, cuando no se concertó una tregua bilateral.
Ante estos hechos, la voluntad de la guerrilla por alcanzar un cese al fuego y de hostilidades se pone —de nuevo— en entredicho, a pesar de estar previsto para el ciclo de negociaciones en curso con representantes del Ejecutivo en La Habana.