Foto | Servicio Geológico Colombiano | LA PATRIA Así se ve el volcán Nevado del Ruiz este viernes desde la cámara que el SGC tiene ubicada en el sector del cerro Piraña y río Azufrado.
LA PATRIA | MANIZALES*
El Servicio Geológico Colombiano (SGC) publicó este viernes un informe en el que aclaró el estado actual del volcán Nevado del Ruiz y recordó que la actividad continúa inestable.
Reitera que pese a que en los últimos días se ha reducido el número de sismos asociados al fracturamiento de roca dentro del volcán, son varios los parámetros que determinan el nivel de actividad de esta estructura geológica y que, además, según el monitoreo que se hace desde la entidad, el volcán continúa en nivel de actividad naranja, es decir, que es probable que en días o semanas haga una erupción mayor a las que ha hecho en los últimos 10 años.
Por eso, y con el fin de aclarar el estado actual del Nevado del Ruiz, el SGC precisa cómo ha ido evolucionando su comportamiento:
● 24 al 28 de marzo de 2023: El 24 de marzo se registró un aumento en la sismicidad asociada a fracturamiento de roca en los sectores noroccidental y suroccidental del volcán, a 4 km de distancia promedio del cráter Arenas. En los días siguientes, este tipo de sismicidad continuó en aumento y estuvo localizada principalmente en el sector suroccidental del volcán a una distancia del cráter de entre 2,0 y 5,0 km, alcanzando el 28 de marzo el mayor número de sismos diarios registrados desde 2010 en este volcán: 6500.
● 29 y 30 de marzo de 2023: El número y la magnitud de los sismos asociados a fracturamiento de roca incrementaron en el sector suroccidental del volcán (entre 2,0 y 5,0 km de distancia del cráter y a profundidades entre 2,0 y 4,0 km respecto a la cima) y alcanzaron niveles sin precedentes. Durante estos días ocurrieron un poco más de 12 mil sismos al día, siendo esta la mayor tasa diaria de sismicidad registrada desde que se inició el monitoreo sísmico en el volcán en 1985. Igualmente, el 30 de marzo se registró la magnitud (cantidad de energía liberada al fracturarse la roca) más alta desde que comenzó a incrementar la actividad sísmica del volcán el 24 de marzo: 3,1. Este aspecto, sumado al análisis y evaluación integral de todos los parámetros de monitoreo, conllevó al cambio de nivel de actividad de Amarillo a naranja.
● Primera semana de abril de 2023: la sismicidad asociada a fracturamiento de roca continuó registrándose en el sector suroccidental del volcán con tasas diarias de entre 5000 y 10500 sismos hasta el 5 abril. También, durante los primeros días de la semana la magnitud de los sismos aumentó y ha sido la mayor magnitud registrada en este sector del volcán desde 1985: 3,9.
Paralelamente, la sismicidad que en principio estaba localizada al suroccidente del volcán, a una distancia de 2,0 a 5,0 km del cráter, empezó a acercarse a este hasta concentrarse mucho más allí, a una distancia de entre 1,8 y 3,0 km y a profundidades un poco más superficiales (2,0 y 3,0 km respecto a la cima del volcán). Luego, este tipo de sismicidad empezó a descender en número y en magnitud, mientras que la sismicidad asociada a la salida de gases volcánicos, vapor de agua y/o ceniza (movimiento de fluidos) comenzó aumentar, al igual que la temperatura de las anomalías térmicas en el fondo del cráter (el 6 de abril alcanzaron valores que no se detectaban desde 2017).
Desde el SGC este fenómeno fue interpretado como una posible migración de magma desde el suroccidente del volcán, a través de la falla La Palestina, hasta un reservorio de magma (cámara magmática) que ya había a 3 km debajo del cráter. Adicionalmente, durante esta semana se registraron varias emisiones de ceniza confirmadas y se recibieron varios reportes de caída de ceniza en el municipio de Murillo (Tolima).
● Segunda semana de abril de 2023: Luego de que el magma que se movilizaba por la falla La Palestina alcanzó la cámara magmática ubicada a 3 km debajo del cráter, la sismicidad asociada al fracturamiento de roca localizada en el sector suroccidental disminuyó notablemente, por lo que el número de sismos diarios registrados dejó de ser un indicador determinante de la actividad del Volcán. Por el contrario, la actividad sísmica asociada a la salida de gases volcánicos, vapor de agua y/o ceniza y a la posible movilización de magma hacia la superficie, el registro de sismos pequeños localizados en el cráter Arenas (que tienen que ver con la actividad del domo de lava ubicado en el fondo del cráter), y las anomalías térmicas, empezaron a ser indicadores cruciales de la actividad del Volcán. A partir del 13 de abril, la sismicidad en el cráter aumentó: allí ocurrieron casi 2000 sismos pequeños y repetitivos, asociados a la presión que el magma que se está movilizando a la superficie ejerce sobre el domo que se encuentra desde finales de 2015 en el fondo del cráter Arenas.
● Actualmente: El magma sigue generando presión sobre el domo, lo que, a su vez, produce sismos pequeños y repetitivos en esa área. Simultáneamente, continúa predominando la sismicidad asociada a la salida de gases, vapor y/o ceniza, y las anomalías térmicas persisten y siguen incrementando en temperatura. También, continúan las emisiones de dióxido de azufre, lo que indica que el sistema del Volcán no está cerrado completamente; si lo estuviera, los gases al interior de la estructura se acumularían haciendo que la probabilidad de una erupción aumente exponencialmente.
Más recientemente, habitantes del sector de El Sifón (a unos 7 km al nororiente del cráter), reportaron ruidos provenientes del Volcán en horas del amanecer, un fenómeno que está dentro de los parámetros contemplados en el nivel de actividad naranja de un volcán como este y que no acelera la condición de que sea probable una erupción mayor a las que ha hecho en los últimos 10 años en término de días o semanas. También, desde las plataformas de monitoreo satelital se observaron anomalías térmicas en el fondo del cráter, con valores muy cercanos a los observados en 2015, cuando ocurrió el proceso de salida del domo de lava en el fondo del cráter Arenas, lo cual evidencia el flujo de calor proveniente del interior del Volcán asociado al magma que posiblemente se está movilizando hacia la superficie.
En conclusión, ¿qué podemos decir de la actividad actual del Volcán?
La persistencia en las anomalías térmicas y de sismos cercanos al cráter Arenas, así como la continuidad de los procesos de desgasificación (emisión de gases) y la sismicidad asociada al movimiento de fluidos (posiblemente del magma empujando el tapón que constituye el domo que hay en el fondo del cráter), indican que el volcán Nevado del Ruiz continúa con un comportamiento muy inestable, según el cual, continúa la probabilidad de que en días o semanas haga una erupción mayor a las que ha hecho en los últimos 10 años (nivel Naranja).
Para cambiar de nivel y retornar a nivel Amarillo se requiere un tiempo prudencial donde se puedan observar tendencias y patrones que permitan inferir la posible disminución de la actividad, el cual puede extenderse a varias semanas. Durante este tiempo, en caso de que se produzca una aceleración de los procesos que sugieran una erupción inminente o que se produzca la erupción en sí, el nivel de actividad se cambiará a rojo.
Por esto, desde el SGC reiteramos nuestro llamado a las autoridades respectivas a no bajar la guardia y tomar todas las acciones preventivas necesarias, así como invitamos a la comunidad que vive en la zona de influencia a seguir las recomendaciones de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), gobernaciones y alcaldías.
Sobre el volcán Nevado del Ruiz
El volcán Nevado del Ruiz es una de las 25 estructuras volcánicas activas monitoreadas en Colombia. Está localizado sobre la cordillera Central, en el límite entre los departamentos de Tolima y Caldas, y alcanza una altura de 5.321 msnm. Su naturaleza eruptiva se ha caracterizado por presentar actividad predominantemente explosiva durante los últimos 14 mil años de historia, y su índice de explosividad volcánica ha variado entre 3 y 4 en una escala de 0 a 8.
Desde 2012, la actividad de este volcán ha mostrado recurrentes emisiones de gases y cenizas con afectación limitada en diferentes lugares (dependiendo de la dirección del viento). Sin embargo, debido a que su actividad es mucho mayor que la de un volcán en estado de reposo y debido al incremento en varios de los parámetros físicos y químicos monitoreados, existe la probabilidad de que haga una erupción mayor a las observadas en los últimos 10 años. Dado lo anterior, es importante estar atentos a la información técnico-científica publicada por el Servicio Geológico Colombiano.
*Con información del Servicio Geológico Colombiano, entidad encargada de la investigación en geociencias básicas y aplicadas del subsuelo del país, la evaluación y monitoreo de amenazas de origen geológico, la gestión integral del conocimiento geocientífico y la investigación y el control nuclear y radiactivo.