Feliz año a mis lectores y que el 2024 les traiga y nos traiga paz, salud y muchas bendiciones. Esta fue una Navidad más en nuestras vidas. ¿Cuántas más nos deparará el destino? La copla española es diciente:
“La nochebuena se viene,
la nochebuena se va
y nosotros nos iremos
y no volveremos más.
Ya perdí la cuenta de las navidades y Años Nuevos vividos en la paz, el silencio y la majestad de la naturaleza, aquí y en otros destinos del mundo. Los lugares son especialmente escogidos. Así he vivido navidades en selvas, páramos, desiertos, montañas, playas solitarias…, lejos del mundanal ruido que del oro y del cetro pone olvido”. Esta vez fue en las altas lagunas de la Sierra Nevada de Santa Marta.
Wilson Álvarez, experto y serio organizador de excursiones fue nuestro excelente guía y compañero de camino. La Sierra Nevada de Santa Marta (SNSM) es nuestra carta de presentación y nuestro máximo orgullo ante el mundo en el capítulo de las montañas. No podemos competir con los países que poseen las más altas montañas del planeta. Nuestras montañas son humildes en cuanto a altura sobre el nivel del mar. Ninguna de nuestras cumbres pasa de los 6.000 metros. Las montañas del Asia, en sus dos cordilleras, el Himalaya y el Hindukush, sobrepasan los 8.000 metros, y el Everest, la cima del planeta, se acerca a los 9.000.
Cuando se habla de los “14 ochomiles” se alude precisamente a las 14 montañas que sobrepasan ese guarismo en altura y todas se encuentran en Asia. El Everest con sus 8.848 metros es la montaña reina del planeta y por su cima pasa el límite entre el Tibet (China) y Nepal.
El primer “ochomil” conquistado por el hombre fue el Annapurna (8.091 metros), el 3 de junio de 1950. La expedición la dirigió Maurice Herzog y él y Louis Lachenal fueron los dos alpinistas que enarbolaron la bandera de Francia en la cumbre. He tenido el gran honor de ser amigo personal de algunos de los miembros de esta expedición y conservo un archivo de la copiosa correspondencia que con ellos tuve. Estos fueron mis amigos, ya todos fallecidos: Maurice Herzog y Gaston Rebuffat. De otros que no conocí, pues murieron luego en accidentes de montaña, fui amigo de sus esposas: Marianne Terray, esposa del mítico Lionel Terray, y Adèle Lachenal, esposa del también mítico Louis Lachenal.
El Everest fue escalado por primera vez, tres años después, el 29 de mayo de 1953 y fueron los ingleses dirigidos por el coronel John Hunt. Llegaron a la cima el neocelandés Edmund Hilary y el sherpa Tenzing Norgay. Bueno es recordar que los colombianos dirigidos por Juan Pablo Ruiz ya coronaron el Everest y que el año pasado en una hazaña espectacular Mateo Isaza, en solitario y sin oxígeno artificial, logró la cumbre. Juan Pablo Ruiz, gran montañista, periodista y reconocido ambientalista murió hace poco en Estados Unidos, y Manuel Arturo Barrios, destacado miembro del grupo que escaló el Everest, murió el 26 de diciembre en Ibagué. Grandes pérdidas del montañismo colombiano. Paz en sus tumbas. La montaña más alta del mundo fuera de Asia es el Aconcagua, de los Andes argentinos, que con sus 6.961 es “un seismil”, como se dice en el argot alpinista. Le faltan 39 metros para ser “un sietemil”. En Suramérica las montañas de Argentina, Chile, Perú, Bolivia y Ecuador “nos ganan en altura”. Nuestra SNSM alcanza los 5.775 metros y se constituye en “un cincomil”. Pero nuestra SNSM se yergue ante las montañas del planeta como la montaña costera más alta a orilla del mar. Hacia ella se dirigieron ahora mis pasos “navideños”.