Estábamos en Asúan, admirando la enorme represa de 400 kilómetros de longitud, 70.000 millones de metros cúbicos de capacidad y cuya producción es de 10.000 millones de kilovatios. Recorremos el muro de contención que mide 5 km de longitud y 76 metros de altura. Un bellísimo monumento han levantado para honrar a los obreros que murieron en la construcción de la represa. Esta comenzó en 1.952 y se terminó en 1.970 con ayuda de Estados Unidos y de Rusia. La UNESCO colaboró activamente en 1.960 para salvar los templos que quedarían inundados en la represa. De esta manera se salvó el gigantesco templo de Abu Simbel y el de Debod. Este último se encuentra en Madrid, cerca de la Plaza de España. Egipto lo donó a este país en gratitud por la ayuda aportadas para el salvamento de los templos. La lista de templos y lugares por visitar en Asuán es larga e interesante. Comencemos por el famoso Obelisco Inacabado. Desde antiguo se explotaban las canteras de Asuán y de allí salieron los más de 30 obeliscos egipcios que hoy adornan plazas de Roma, Londres, París Estambul y Nueva York. Estas ciudades deben reconocer y agradecer a Egipto por tan inigualables regalos que les llevan muchos turistas. De no ser porque se resquebrajó cuando lo estaban tallando el Obelisco Inacabado se hubiera convertido en la mayor pieza de granito trabajada en el mundo. Mide 41,75 metros y pesa 1.168 toneladas. Fue tallado hacer 3.500 años por encargo de la reina Hatshepsut para ser levantado en el templo de Karnak. Si no se hubiera resquebrajado su traslado por el río y su postura en pie hubieran sido otras dos proezas únicas en la historia de la humanidad. Su obelisco parejo que estaba en el templo de Karnak se encuentra hoy en una plaza de Roma.
Uno de los templos que fue salvado de la inundación de la represa es el de Philae que fue trasladado a la isla de Agilkia. Está dedicado a Isis. En la isla de Philae había una docena de templos de los cuales el único que se ha conservado es el que se ha trasladado a la isla de Agilkia y cuya construcción es relativamente reciente, ya que data del siglo cuarto antes de Cristo y su construcción es contemporánea a la de los templos de Kom Ombo y Dendera. Los primeros emperadores romanos conservaron el culto a la diosa Isis hasta el siglo VI cuando Justiniano lo prohibió en el imperio. El templo fue sucesivamente egipcio, luego cristiano y posteriormente musulmán. El templo se completa con el Pabellón de Trajano, que a mí especialmente me emociona por su belleza. Creo que fotografié todas sus columnas, sus detalles, sus inscripciones y todos los hermosos capiteles. Es fantástico. Quiero que mis lectores lo busquen en internet como el Quiosco de Trajano, para que admiren la serena y simple belleza de este pequeño y cuadrado pabellón y sobre todo la hermosura de sus capiteles.
Quien quiera conocer todos los sitios interesantes que frece Asuán debe disponer de dos semanas. ¡Y eso!, como decimos familiarmente. A orillas del Nilo se encuentra la aldea nubia, de un colorido y alegría sorprendentes. Allí se pueden hacer curiosas fotos y comprar artesanías. En mi primer viaje a Egipto yo tenía la ilusión de ver a los famosos nubas de Sudán y de la historia de Leni Reinfesthal, la fotógrafa de Hitler que los declaró la raza más bella del mundo. Sí, son nubios, pero no los de la fotógrafa. En Sudán hay 23 etnias nubas.