Por la espectacularidad de sus paisajes, por su exotismo, por el encanto de sus medinas, por la irresistible atracción del Sahara, por la magia de las 1.000 kasbas, por los pueblos amurallados, por los patrimonios de la humanidad, por su cultura, por su luminosidad, por las ricas tradiciones, por el innegable misterio de las tribus del desierto, por mil razones más, Marruecos es un país de película. De película y para películas.
El paso de carretera de montaña más alto del norte de África se encuentra en esta ruta que nos lleva al desierto partiendo de Marrakech. Se llama Tizi n´Tichka o simplemente Alto de Tichka y en invierno está cubierto de nieve. Su altura es de 2.260 metros. La carretera que asciende hasta él es una serie de curvas muy curiosas. En la cima del paso hay un restaurante y los beduinos venden toda clase de fósiles.
Avanzando en la ruta de las 1.000 kasbas y a poca distancia de la kasba de Ait-ben-Addou se encuentra Ouarzazate, llamado el Hollywood de Marruecos, que son los estudios de cine más grandes del mundo. Se trata de gigantescos estudios de grabación de películas. Su visita nos traslada a filmes sobradamente conocidos. Allí están los “sets” de filmación de películas como carros del 007, reproducciones de aldeas enteras de Palestina para películas de la Biblia, fastuosas reproducciones de palacios de faraones, de aviones de combate, reproducción de poblados del Tibet, etc. Invito a los lectores a que busquen en internet: Estudios de cine de Ouarzazate y vean las imágenes de los enormes y bien montados “sets” de filmaciones.
En Marruecos y sobre todo en Ouarzazate se han hecho decenas y decenas de películas y de superproducciones. Estas son algunas: Gladiador, Babel, La Momia, Alejandro Magno, Camino a la Libertad, Juego de Tronos, Star Wars, Lawrence de Arabia, La Joya del Nilo, Los Diez Mandamientos, un 007, Kundun, el Reino de los Cielos, Jesús de Nazaret, El Cielo Protector, Sahara, Cleopatra, Asterix y Obélix, El Príncipe de Persia, Aquaman, el Legionario, El Despertar del Diablo, la Última Tentación de Cristo, etc. De estas películas, algunas han sido grabadas totalmente aquí y de otras, solo unas escenas. El escenario preferido ha sido la kasba de Ait-ben-Addou, por su espectacularidad.
Hay dos rutas para llegar desde el interior de Marruecos al desierto; una por Ifrane, y la más concurrida que parte desde Marrakech y sigue la ruta de las 1.000 kasbas. La de Ifrane, que también tiene muy interesantes paisajes y atractivos, se encuentra al norte de la de las kasbas y asciende hasta el Atlas Medio donde en 1.910 desapareció el último león del Atlas.
Cerca de Ouarzazate se encuentra la kasba de Taourirt. Es sencillamente espectacular. Avanzando en la ruta se llega al oasis más grande del mundo, el de Tafilalet-Draa. Abarca 77.000 kilómetros cuadrados. Siempre me detengo a admirarlo y a hacerle fotos. La inmensa mancha verde de palmeras se encuentra enmarcada por ambos lados por colinas de color ocre. El palmeral se pierde a la vista en la distancia. El río Ziz lo recorre y le da vida. En este oasis se encuentran las ciudades de Erfoud y Rissani y de esta zona proviene la dinastía alauita que es la que gobierna el país. Marruecos es una monarquía constitucional. El palmeral de Skoura tiene 700.000 palmeras datileras. De pronto en la total aridez del entorno y bajo una temperatura de 45 grados apareció un sembrado de sandías. Unos muchachos llenaban con ellas dos camionetas. Tengo fotos que muestran lo inimaginable: miles y miles de jugosas sandías nacidas en la total aridez del desierto.