El documental del realizador francés Cyril Dion, que hizo su debut en el festival de Cannes en el año 2021, llegó a Manizales a través de la Alianza Francesa, como parte de la serie “La terre est notre Maison”, que traduce literalmente “la tierra es nuestra casa”. Gracias a esta institución pudimos ver en nuestra ciudad este excelente documento visual, que cuenta la historia de dos muchachos muy jóvenes, de apenas 16 años, absolutamente comprometidos con la causa ambiental, (el documental se anuncia bajo el lema “Cada generación tiene su lucha, esta es la nuestra”). La muchacha es Bella Lack, es de Londres y su principal motivación es defender los derechos de los animales, el joven es parisino, se llama Vipulan Puvaneswaran y participa activamente en las marchas en pro de la defensa del medio ambiente. El realizador los junta y los invita a una gira por varios lugares, en diferentes partes del mundo, para que sean testigos de primera mano de la causa que defienden, además les permite conversar con científicos y expertos de distintas universidades y leyendas, como la etóloga Jane Godall, quien ha dedicado su vida al estudio de los chimpancés, para que entiendan en profundidad el origen del problema que los motiva a ser activistas medioambientales.

Uno de los conceptos que se repiten en el documental es que estamos enfrentando “la sexta extinción”, esto puede sonar un poco apocalíptico, pero las cifras de las que hablan los expertos entrevistados son alarmantes: 60 por ciento de los animales vertebrados que habitaban nuestro planeta han desaparecido en los últimos 40 años, debido a la falta de cuidado, al egoísmo de una sola especie: Los seres humanos, así que nosotros seremos los causantes directos de esta sexta extinción. Otra de las ideas que plantea el documental es que todas las especies que habitan nuestro planeta tienen el mismo derecho a existir, pero el ser humano parece obrar solamente pensando en su propio beneficio.

El documental muestra imágenes impactantes de la realidad de la pesca industrial y de cómo las políticas no están hechas para el cuidado de las especies, sino para la búsqueda de los beneficios económicos. Así mismo devela la crueldad de la ganadería intensiva, practicada en países como Irlanda, cuya economía depende de la industria cárnica y de los lácteos, pero allí mismo se están presentando iniciativas desde algunos de los mismos productores, con algo que se llama la agricultura regenerativa, que consiste en el cultivo de trébol, legumbres y otro tipo de plantas aledañas a las zonas de pastoreo, que permiten que el suelo se fertilice y recupere nutrientes, que de otra manera tendrían que ser agregados con fertilizantes de origen industrial.

Por supuesto que otra de las maneras de ayudar a contrarrestar el cambio climático y evitar que lleguemos a los 2 grados centígrados de aumento en la temperatura, cifra que tanto asusta a los científicos, es que cambiemos la manera de alimentarnos; disminuir el consumo de carne ayuda a que no sea tan necesaria la ganadería intensiva, ya que las vacas producen la mayor cantidad de gases de efecto invernadero. Si no hay tanto consumo el negocio deja de ser rentable. Eso es algo que tienen claro las nuevas generaciones, los dos protagonistas de este documental son veganos y esa es una tendencia cada vez más frecuente entre la gente joven. Después de ver una playa de la India absolutamente invadida por botellas y objetos de plástico tirados al mar, también es importante reflexionar sobre la utilización de los plásticos de un solo uso, el concepto de desechable tiene que cambiar y ser reemplazado por el de reutilizable, si no queremos que nuestro planeta termine siendo un gran basurero. Hay mucho que reflexionar a partir de este excelente documental, ojalá se lo puedan ver.