Buscando inspiración para este artículo me encontré con un personaje femenino encantador: Beatrix Potter, una escritora e ilustradora inglesa, cuya vida ahora podemos conocer a través de una película que lleva su nombre, protagonizada por la excelente actriz Renée Zellweger, en compañía de otro gran actor Ewan McGregor.
La protagonista de este artículo nació en 1866, en Londres, en el seno de una familia rica y muy convencional, que veía en ella como único futuro posible, casarse con un hombre que le garantizara conservar su posición social o, incluso, mejorarla. Pero ella, desde pequeña sintió amor por cosas diferentes; la naturaleza y los animales, así comenzaron a aparecer sus dibujos, que ella fue entretejiendo con historias fantásticas. Pero sus ilustraciones no sólo se enmarcaron en la fantasía, como amante de la naturaleza sus dibujos también tomaron un carácter científico, que incluyó la ilustración de insectos, peces y hongos. Debido a su interés por el conocimiento un tío suyo intentó que ingresara como alumna en el Real jardín Botánico de Kew, pero era una época en la que a las mujeres no se les permitía estudiar y no fue admitida. Tal vez esto haya sido en beneficio de su legado, ya que esto le permitió ser una escritora prolífica.
Su primer libro ilustrado comenzó como una carta a un niño de cinco años, en ella cuenta la historia de un conejito travieso, llamado Peter Rabbit, personaje inspirado en una mascota de su infancia. Antes de ser publicado, el libro fue rechazado por seis editoriales, luego se convertiría en un éxito y este sería el comienzo de una larga y exitosa carrera como escritora, con 28 libros publicados.
Otro de los aspectos que resalta la película fue el interés de esta mujer por conservar el paisaje natural y evitar su destrucción, lo que la llevó a adquirir granjas que estaban en quiebra y preservar su carácter agrícola. Dejó como legado al National Trust 2.000 hectáreas y quince granjas, que logró convertir en área protegida.
La película Miss Potter también retrata otro de los problemas de ser mujer en la época victoriana; a pesar de estar enamorada y ser correspondida, no pudo casarse con su gran amor porque su familia no aceptaba la relación, la razón parece absurda, pero en esa época no era bien visto que una mujer de cierta posición se casara con un hombre que necesitara trabajar para vivir.