Una de las grandes preocupaciones que se tenía en la pasada elección presidencial, era que Petro se perpetuara en el poder al estilo de Ortega, Chaves y Maduro. Después de un poco más de un año como presidente todo apunta a que esto no se va a dar. Para que pueda postularse nuevamente a la Presidencia se requiere un acto legislativo y aunque tiene el control -con limitaciones- del Congreso, es poco probable que logre la mayoría para que le aprueben la reelección; así mismo, en una hipotética campaña presidencial con Petro nuevamente como candidato, tampoco veo probable que logre la elección, así él diga que si se vuelve a lanzar vuelve a ser elegido. Una cosa es una segunda vuelta contra Rodolfo Hernández y otra con un candidato con discurso y con propuestas claras y coherentes; además, ya está sufriendo el desgaste propio del ejercicio del poder.
Petro como buen ideólogo es bueno para proponer y criticar, pero muy malo para ejecutar. Inclusive ha dado muestras de estar aburrido en el puesto. Trabajar desde temprano hasta altas horas de la noche y resolver temas rutinarios y pequeños detalles no es de su agrado. Su interés es sacar adelante sus reformas sociales, lo mismo que la paz total. Pocas bolas le para a las ejecuciones que realizan sus ministros. Entre las reformas sociales, la que aparentemente más ha avanzado es la de la salud. Petro prometió en campaña que acabaría con las EPS y está haciendo todo lo posible para lograrlo. Por un lado, a través del Congreso y por el otro propiciando, por falta de giro de recursos, la quiebra de estas entidades. No tiene un plan diseñado para hacer el tránsito del actual sistema a su estatización. Hay que resaltar que hasta el momento este proyecto no cuenta con la viabilidad financiera del Ministerio de Hacienda.
Tal como están las cosas, los colombianos estamos próximos a vivir una crisis sanitaria. También por la ideologización del Gobierno, optó por suspender la contratación de nuevos proyectos para exploración de hidrocarburos, lo que a futuro va a ser muy grave para la supervivencia económica del país. A Petro poco le preocupa esto, al fin y al cabo, cuando esto suceda ya estará viviendo de su pensión como expresidente, aunque quien sabe si el país tendrá recursos para pagársela.
Además, los colombianos estamos muy asustados por la posibilidad de que en el mes de diciembre tengamos un apagón. Expertos en el tema han estado enviando reiterados mensajes al Gobierno sobre la alta probabilidad de que este se presente. Lamentablemente el Gobierno pocas bolas le está parando al tema. El problema complicado obedece a que lamentablemente el ministro del ramo no sabe mayor cosa de su cartera; así mismo, en el Ministerio han retirado al personal calificado y experimentado, cambiándolo por personas con profesiones que nada tienen que ver con la actividad del Ministerio y sin ninguna experiencia en la materia.
Siendo muy complicados los anteriores temas, es aún más complicada la paz total. Término que suena muy atractivo y sugestivo para cualquier colombiano. Son muchos años los que llevamos viviendo en medio de la violencia. Lamentablemente la propuesta del Gobierno no tiene ni pies ni cabeza. La propuesta de paz no tiene ninguna planificación y se está estructurando a medida que van avanzando las reuniones y conversaciones con los diferentes grupos armados que se tienen en el país. Lo más delicado es que los grupos armados han aprovechado las improvisaciones del Gobierno y su debilidad para controlarlos, haciendo una toma de territorios en donde el Estado está perdiendo totalmente su presencia, con un riesgo muy alto de que aprovechen las próximas elecciones para consolidar su poder territorial.
Así mismo, no deja de ser muy delicado la sacada de 60 generales de la Policía y del Ejército en el periodo de 14 meses que lleva este Gobierno. El país se está quedando sin personal experimentado para controlar la alta presencia de los grupos armados en los territorios.
*Ñapa: Ofrezco disculpas porque en el artículo anterior manifesté que las Cajas de Compensación Familiar eran las dueñas mayoritarias de Salud Total EPS, cuando en realidad lo son de la Nueva EPS.