“Voy hacerte una casa en el aire solamente pa´que vivas tú…” como dice la canción, fue lo que terminó sucediendo con el programa bandera en campaña y Gobierno de Luis Carlos Velásquez, donde en su plan de desarrollo destinó los mayores recursos. Desafortunadamente la inexperiencia, improvisación y las irregularidades han convertido este proyecto en un fracaso rotundo de la Administración Lizcanista Petrista, que, siguiendo el ejemplo del Gobierno nacional, no dan pie con bola. Algunos “Panfleteros” y políticos sin escrúpulos, pagados y vendidos al mejor postor, seguramente con recursos de los contratos provenientes de Emilio Tapia han salido sin
ninguna vergüenza con los caldenses a defender lo indefendible.
Las explicaciones del secretario de Vivienda y del propio gobernador demuestran que ni aritmética aprendieron en el colegio. Después del debate de control político que les hicimos en la Asamblea departamental, les solicitamos la actualización de las cifras al cierre de julio del presente año y volvieron a enviar un informe lleno de errores matemáticos y conceptuales, donde inclusive se atreven a sumar porcentajes de diferentes fases de construcción para determinar que están cumpliendo al 178,40%. Aparentemente nunca comprendieron que los porcentajes se sacan dividiendo la “parte” sobre el “todo”. Afortunadamente solo les queda menos de 5 meses, aunque eso es mucho para un gobierno vanidoso e incompetente, manejado por un jefe político desde Bogotá que día tras día ha demostrado que al parecer llegó a buscar su propio negocio.
Volvamos a las cifras que demuestran que solo han cumplido el 10,1% de las 4,000 viviendas prometidas, o si se quiere al 11,3% teniendo en cuenta que posteriormente bajaron la cifra a 3,568 viviendas, según el informe SV01062 del 10 de agosto de 2023. Analicemos cada programa para dimensionar el problema que se tiene con los recursos invertidos, comprometidos, atrapados y malgastados.
El programa “Mil Viviendas” tiene una ejecución del 0%, donde en el primer informe mencionaba tenían 980 con “acta de inicio” y después dicen que las 980 están “en ejecución” dando la sensación que están avanzando, lo cual es falso porque llevan “cero” viviendas en las fases de “por contratar” y “en estructuración”. Lo más seguro es que finalicen la administración con las 980 casas en el aire. El programa “Vivienda Rural (Pref)” es el de mayor avance con 273 casas construidas de un total de 785, para un 34,7% de ejecución. Sigamos por ahora con las cifras y en otra oportunidad analizamos los problemas de calidad, servicios públicos, predios, entre otros que se han tenido por falta de planeación.
El programa “Vivienda social para el campo” tiene una meta de 200 casas y cero construidas, para un 0% de ejecución. El Programa de vivienda de “Guadua” es una demostración más de que este gobierno es pura fachada. Es la administración de los “Renders”, de pagar publireportajes para maquillar las cifras, de hacer turismo corporativo con la bicibloquera, y la de comprar premios.
La Gobernación de Caldas se ufana de ser pionera en la construcción de casas de Guadua cuando en cuatro años lleva solo una casa, con una ejecución del 2,3%. Esto debería ser materia de debate, de recriminación de gremios y medios, pero por obvias razones, sucede todo lo contrario en nuestra querida Manizales. El Programa “Reserva Santa María” más allá de lo que denunciamos a principios del 2020, lleva cero casas construidas de 880 prometidas, y dudo que hagan aunque sea una maqueta. Para variar, el Programa “Vivienda Urbana” tiene un objetivo de 84 viviendas y tiene una ejecución del 0%. Por último, está el Programa de mayor difusión de Luis Carlos, que es el de “Bloqueras”, donde lleva una ejecución del 28,7% con 141 casas construidas. Sobre este programa se deberá hacer un profundo análisis de sostenibilidad económica y laboral para evitar sorpresas en los próximos años.
Bienvenidas todas las viviendas para los caldenses más necesitados, pero no podemos aceptar que los mayores recursos aprobados queden atrapados en una ejecución pobre y mediocre. Las 4.000 viviendas de los caldenses más humildes quedaron en el aire, pero las casas campestres de los funcionarios sí quedaron con buenos cimientos. Además, para terminar, debemos decir que la única casa que quedó bien armada y bonita fue la de la maqueta con la que el actual gobernador aparentemente engañó a los caldenses en campaña con una casa debajo del brazo, prometiendo lo que le quedó grande cumplir.