Se siguen rompiendo los pactos de silencio sobre el caso Odebrecht en Colombia y la política caldense es protagonista. Después de los ñoños y los bulas, los focos se quedaron apuntando a dos caldenses: Óscar Iván Zuluaga y Roberto Prieto Uribe.
Está bien si nos creemos que el problema institucional y de imagen en Manizales y Caldas pasa por sus administraciones actuales, razones hay. Pero la otra parte de la explicación viene de algo más grande que a lo mejor es la causa primera: el estilo de nuestros políticos, la manera como lideran sus directorios regionales, sus financiadores, nuestros tipos de alianzas con lo nacional, nuestros modos de hacer campaña.
Un ejemplo es lo caldense de Odebrecht. Fijémonos bien. Al final el protagonismo de ambos personajes de Caldas tiene que ver con eso: nuestra forma de hacer política.
Al entregar audios a la Fiscalía, el exdirector de Invías Daniel García Arizabaleta rompió el pacto de silencio que parecía tener con Óscar Iván Zuluaga. En esas grabaciones que dio a conocer la revista Semana (https://shorturl.at/etHTV), se oye al caldense admitir que sabía del ingreso de recursos de la empresa brasilera Odebrecht a su campaña presidencial de 2014, esto a través de pagos al publicista Duda Mendonça. Pagos que han sido vistos como parte de las coimas que entregó la sociedad en Colombia. Donaciones de campaña que no solo fueron ilegales, por venir de una empresa extranjera, sino que además no se reportaron en la contabilidad del candidato Zuluaga.
En los audios, Zuluaga le dice a García que le contó todo a un padre de su confianza: “Le conté la verdad de las cosas. Le dije ‘padre, yo lo sabía, esto ocurrió así, yo quiero que me diga qué debo hacer’”. Y sigue con lo que le dijo al padre: “Padre, aquí hay un secreto que hemos tenido con Daniel [García] y con mi hijo, que es como un secreto de sangre que compartimos”.
Días antes nos habíamos enterado de la sanción de inhabilidad que le aplicó la Procuraduría al también caldense Roberto Prieto Uribe (https://shorturl.at/aQW28). En su caso, como gerente de la campaña de Juan Manuel Santos en 2014. A esta Odebrecht le donó en especie algunos estudios de opinión, por un valor de un millón de dólares, que no fueron declarados en las cuentas. Prieto acaba de pagar una condena de prisión por otros hechos relacionados, uno de ellos se refiere al ocultamiento de financiación de Interbolsa a la campaña de Santos de 2010, en la que igual fue gerente.
Acá también hay audios publicados en 2018. En ellos Prieto le reconoce a Santos que sí hubo donaciones de Odebrecht a la campaña de 2010 y que, de nuevo, no fueron registrados (https://shorturl.at/ELT49). En 2021, Cuestión Pública reveló los pagos por más de mil millones de pesos que la empresa Marketmedios, de Prieto, recibió de Odebrecht, justo en 2010 (https://shorturl.at/uwCF1). Según el contrato, el negocio era para promocionar a la empresa brasilera. El medio mostró que al menos una de las facturas, la de más valor, se pagó antes de la primera vuelta de las elecciones presidenciales de ese año.
Por esto días, la Corporación Cívica de Caldas, en alianza con la Misión de Observación Electoral, andan insistiendo a los candidatos que entreguen a tiempo y con veracidad su información de campaña. Veamos que no es gratuita en Caldas la preocupación sobre la financiación de campañas y sus reportes de contabilidad. Quizás por lo permisivos en la región es que terminamos de protagonistas en escándalos electorales a nivel nacional.
Entre bambalinas: Zuluaga cuenta en los audios que el padre, llamado Arturo, es de lo precursores del movimiento católico Emaús. Dice que a su pregunta, sobre qué hacer, el padre le sugirió que no contara nada. “Uno tiene que protegerse a sí mismo ante la maldad de los demás”, dice que le resaltó el padre. El clérigo le siguió explicando: “Está en la fe, que habla de la ‘restricción mental’, usted no tiene por qué inmolarse”. Nuestra política caldense, en su mayoría tan devota, ¿cómo se está relacionando con la religión al momento de entender y justificar sus propias conductas?