El proyecto de Plan de Desarrollo de Manizales podría ser más ambicioso en transparencia. Estamos de acuerdo en que recuperar la institucionalidad es parte del mandato que le entregó la ciudad al alcalde Rojas, luego de la vergüenza internacional del Gobierno anterior. Así que lo urgente es planear con seriedad para que no se repita lo peor de la ineficiencia, el nepotismo, el endeudamiento y el fracaso de la obra pública.
Ningún alcalde nos va salvar de la corrupción. Pero lo que sí debe hacer todo gobernante es pensar medidas de transparencia que alerten sobre los riesgos que amenazan el buen manejo de recursos. Que el alcalde Rojas nos cumpla con ese mínimo es algo que debemos exigir y apoyar desde la ciudadanía.
En primer lugar, el proyecto de Plan de Desarrollo de Manizales todavía no comprende la relación entre gobierno abierto, transparencia y gobierno digital. Esto muestra que puede estar desactualizado. La pista es seguir el documento Conpes 4070 de 2021 (https://shorturl.at/ctHWX), del Departamento Nacional de Planeación, que ofrece los lineamientos para una política de Estado abierto.
Allí se explica que la “transparencia” no es más que uno de tres pilares que exige un “gobierno abierto” o “estado abierto”. Los otros dos son la participación ciudadana y la rendición de cuentas, sin las cuales no se puede pensar una administración transparente. Plantea que no es posible el “gobierno abierto” sin inversión pública, sin uso de tecnologías y, sobre todo, sin una innovación social y pública que piense soluciones. Ahí es donde aparece el gobierno digital.
En segundo lugar, el proyecto de Plan le apuesta a fortalecer sistemas de información que ya existen, como el de Sisbén, el estadístico, el de estratificación y el geográfico. Sin embargo, no aparece como meta que estos puedan tener versiones de consulta para toda la gente, con el fin de que sirva para la toma informada de decisiones.
Quedan preguntas sobre qué van a hacer con sistemas que igual venían funcionando, como el mapa de obras, el tablero de ejecución presupuestal o el observatorio de movilidad. ¿No serán metas? ¿Por qué? También se podría incluir otro tipo de sistemas de datos, como los de las plantas de personal, que en web deben dejar declaraciones de bienes, rentas y conflictos de interés, según la Ley 2013 de 2019. Esto permite a la gente conocer quiénes gobiernan y cuáles podrían ser sus intereses privados.
En cualquier caso, las metas del Plan deben contemplar que estos sistemas de información cumplan con lo definido por la Ley 1712 de 2014, de Transparencia y Acceso a la Información Pública, y con los estándares de datos abiertos del MinTIC (https://shorturl.at/dsST9). De lo contrario no tendrían nada que ver con transparencia.
Finalmente, el Plan se queda muy corto en participación ciudadana y rendición de cuentas. Dice que a 2027 nos quedaremos con un plan anual escrito de rendición de cuentas y con un programa escrito sobre “gobierno en la calle”. ¿De verdad dos documentos escritos es lo que espera la ciudad al final de este periodo? Una revisión al Conpes 4070 y de la Ley 1757 de 2015 —de Participación Ciudadana— puede traer nuevas ideas de productos para estos espacios. ¿Qué tal poner como indicador de meta el número de desarrollos tecnológicos o de innovación para facilitar estas conversaciones con la gente?
Si la Alcaldía activó la política de diplomacia y cooperación internacional, sería estratégico insertar nuestro Gobierno en redes internacionales de gobierno abierto, como las de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito —UNODC—, la OCDE, Open Government Partnership, Transparencia Internacional y otros. Allí hay formación e incluso fondos. ¿Qué tal una meta sobre eso?
Sabemos que el “gobierno en la calle” ha sido el sello personal del alcalde, desde su periodo pasado. Pero después de 10 años los temas evolucionan y hay que repotenciar las ideas. Si parte de la participación de la gente pasa por las redes sociales, y si la transparencia de lo que dice el alcalde se puede verificar con un clic en los sistemas públicos de información, salir a la calle ya no es lo mismo. A eso no hay que huirle ni temerle, es una oportunidad si se planea en serio.
Entre bambalinas: Mal mensaje en transparencia de la Gobernación de Caldas, que no hace fácil el acceso público y digital para consultar el proyecto de Plan de Desarrollo Departamental.