Para Navidad pedí un rayo acelerador. No lo hice por joder ni por seguirle restregando al Gobierno saliente sus propias boberías. Está en mi lista de regalos porque encontré una noticia difícil de digerir: es posible que la Alcaldía de Carlos Mario Marín no sea la peor en ejecución de obras públicas. ¿Cómo es posible? La Administración saliente podrá ser la peor en muchos aspectos —así lo contamos en la columna anterior: https://t.ly/t7a0p—, pero los datos muestran que ni es la que más ha puesto plata adicional para las obras públicas, ni es la única que más se ha demorado en ellas. Así que me preocupa que lo de Manizales sea más bien algo crónico en esa incapacidad de ejecutar sus propios futuros.
Hace un par de semanas, se publicó un informe de la Corporación Cívica de Caldas y del Observatorio de Transparencia (OTRA) de la Universidad de Manizales —del cual hago parte—. Se revisaron en el Sistema Electrónico de Contratación Pública (Secop) los contratos por licitación desde el 2016 en la Alcaldía de Manizales, sin tener en cuenta los de entidades descentralizadas. Se analizaron las licitaciones porque son las obras públicas de mayor impacto, aunque también se encuentran otro tipo de servicios de alto valor. Se incluyeron los años de Octavio Cardona, para ver si esto en realidad era un tema solo de Carlos Mario Marín o un tema de ciudad.
El informe se puede consultar acá: https://t.ly/UdDAm. También fue retomado por La Patria acá: https://t.ly/3kSpH. ¿La conclusión? En los últimos ocho años casi la mitad de estos contratos tuvieron demoras o adiciones del presupuesto. En el gobierno que termina (2020-2023), la Alcaldía entregó cumplidos, en tiempo, solo el 58% de los contratos de licitaciones. Por su parte, en el gobierno pasado (2016-2019) se entregaron cumplidos apenas el 56%. Una cifra bastante similar, aunque la comparación se pone difícil si revisamos el grado de aplazamientos que tuvieron en uno u otro periodo. Para ese caso nos preguntamos cuántas licitaciones habían tenido prórrogas por más del 25% del tiempo pactado en un inicio.
Encontramos que mientras Carlos Mario Marín aplazó por esa cantidad de tiempo 3 de cada 10 de sus licitaciones, Octavio Cardona lo hizo en 4 de cada 10. (Ver gráfica acá: https://t.ly/s2gCv)
El Coliseo Mayor y el mantenimiento de la carrera 3 (entre calles 48D y 48D1), en esta Administración, son las obras que tienen el récord de demora, con un incremento en tiempos del 274% y 234% respectivamente. En el periodo anterior la marca la tuvieron la fase III de la avenida Marcelino Palacio y la construcción del colegio La Linda, con 172% y 169%. Por otra parte, a la pregunta sobre ¿cuántos fueron los contratos licitados a los que se les dio recursos públicos de más? Se encontró que mientras el Gobierno actual entregó dinero de más en 3 de cada 10 licitados —el estudio no alcanzó a registrar la adición en dinero para Los Cedros—, el gobierno pasado entregó recursos adicionales en 5 de cada 10. Marín adicionó sumas por más del 25% del valor inicialmente pactado en el 15% de los casos, mientras que Cardona lo hizo en el 20%. (Ver gráfica acá: https://t.ly/bYc3U)
Hay una salvedad: el Gobierno de Marín apenas termina y es posible que en los próximos días veamos más cambios en el valor o en los tiempos de las obras que continúan. Hay un recordatorio: no se tomaron en cuenta las entidades descentralizadas, porque en pleno 2023 siguen impidiendo conocer sus datos públicos, como el caso de Aguas de Manizales. Así que no se tuvo en cuenta la PTAR ni la línea 3 del cable aéreo, aunque tampoco el bulevar del Cable al Batallón ni otras obras de la empresa de acueducto del periodo pasado. ¿El gobierno de Jorge Eduardo Rojas nos va a regalar el rayo acelerador de Navidad? ¿Ya tiene vistas soluciones para enfrentar este reto?
Entre bambalinas: Mal síntoma en transparencia que, a una semana de iniciar, el nuevo Gobierno municipal no divulgue los nombres de las personas del gabinete. Que es “para no exponerlos”, dijo el alcalde entrante. La idea en democracia es justo lo contrario, exponerlos es permitir que la ciudadanía escrute y opine sobre ellos a tiempo.