Se publica un singular volumen, “Narraciones intrascendentes”, de Cosme Marulanda-Villegas que integra relatos apegados a la realidad, la fantasía, la ciencia, con elementos los más valederos de la Cultura, como la Música y la Poesía. Su autor muestra una formación amplia y de rigor, incluso con apego a formulaciones matemáticas y a fuentes auténticas de la física teórica, con alusiones a personalidades en ese devenir que ha conducido a intentos progresivos de desentrañar el origen del Universo, su evolución y la conformación del mundo estelar.
Cosme es un ingeniero civil graduado en la Universidad Nacional de Colombia, sede Manizales, con intensa aplicación por años en su profesión con empresa de ingeniería, en diseños y construcciones. Además, tuvo desempeños de cátedra en la UN-Manizales. Abandonó su empresa de Ingeniería y se radicó en finca del Magdalena medio, en trabajos del campo, con cultivo de abejas angelitas.
El primero de estos Relatos, Algunas vivencias de Ambrosio Moreno, se publicó en la Revista Aleph No. 24 (1978). Se trata de una bien narrada historia de Ambrosio, cultivador de orquídeas, con especial destino al monumento del jueves santo. Llegan los gitanos y entre ellos la hermosa Soraya, con capacidad adivinatoria en las líneas de la mano. Todos conquistan cercanía con ella y se hacen leer su destino. Fue lacónica y un tanto misteriosa en sus interpretaciones. Se trata de un cuento bien elaborado, con elementos de la imaginación y de la realidad, sin desconocer la violencia que aparece en los campos.
Briznas de hierba contiene hechos reales que advierte desde el comienzo, con referencia en “El Sitial”, su finca de refugio en el Magdalena Medio, con la compañía fiel de Toño, perro labrador. Se acompaña de Whitman, de Mahler, de Adolfo Mejía, de Grieg, y del recuerdo de poetas comarcanos en versos de lucidez oportuna. El relato cuenta situaciones con los paramilitares y la guerrilla, de la cual queda secuestrado con otros, sujetos al trasegar nocturno con sitios de paso. Al final se consigue la liberación por acertijo incluido en carta a la familia, descifrado por la hija, lo que llevó a la acción militar de rescate.
Rubia lanzadera de miel, es quizá el más bello del conjunto, con la agradable e ilustrada escritura, refiere la situación de sus adorados panales de abejas angelitas, destrozados por temporal, pero reconstruidos con auxiliares campesinos. El conocimiento mismo de Cosme acerca de ellas, lo lleva a recordar el modo como elaboran los enjambres, a la manera de la serie de Fibonacci en matemáticas. Alude al poema Elegía a la muerte de una abeja, de su coterráneo poeta Daniel Echeverri. Relata las bondades de los productos de las abejas, y cuenta la cura que tuvo en pérdida de visión del ojo izquierdo, después de todas las incursiones por especialistas, por tratamiento recomendado de campesino veterano, con gotas de miel de las angelitas con zumo de uchuva. Asimismo refiere otras curaciones en personas que conoce.
Una elegía sin tiempo es un meticuloso y complejo relato que incorpora versos de otro poeta coterráneo, Fernando Mejía-Mejía, con temas del gran Creador, la sucesión un tanto misteriosa del siete (7), referido en mitologías y religiones, en ocasiones relacionado con la perfección y lo trascendente, el tema de la superpoblación en el planeta y cómo abordar ese problema, la existencia de las redes sociales por los avances de la tecnología, los riesgos de las reacciones en cadena de los armamentos nucleares, las mutaciones genéticas, las drogas,…
Quantas. Este relato tiene más características de ensayo. Con el comienzo de preguntar qué es la luz, y en principio se propone definirla como la resurrección de la materia oscura. Recuerda a los alquimistas. Merodea por el sentido del cero y el infinito, la nada y el todo. Alude a las expresiones de la física, con recuerdo de Demócrito en su creencia de ser el átomo la unidad menor de la materia, sólida e indestructible. En la indagación sobre la naturaleza cita la expresión “Nada se crea... Todo se transforma”, atribuida a Lavoisier. Con la complejidad de lo expuesto, el autor termina perdiendo el juicio, con todo lo conexo hasta declarar: “¡He muerto!”. Y simula el funeral con el Gloria de la misa K317 de Mozart, y destino a “Omnígeno”, el universo que se inventa, con asiento en el planeta que llama “El paraíso perdido”.
Estas narraciones del libro son de contrastes en temas y en formas de exposición, con la evidencia de ser el autor fino catador de la Cultura en sus diversas variantes, ante todo la ciencia fundamental, la astronomía, la música y la poesía.