En varias ocasiones me he referido en este espacio a la escuela de mis sueños, pero ¿qué implica esta expresión?, ¿qué es y cómo es una escuela soñada? Permítanme esta reflexión.
Sebastián es un estudiante de grado décimo que se encuentra caracterizado con síndrome de Asperger; sin embargo, día a día avanza en su meta académica, maneja unos buenos niveles de interacción social y es amante de la música. Hace apenas dos años le manifestó al coordinador: “Cordi, mi sueño es cantar un día en una tarima con un acompañamiento instrumental, con muchas personas escuchándome y aplaudiéndome…”. Pues bien, el colegio le ha brindado a Sebastián la oportunidad de avanzar en su proceso académico y progresar en el desarrollo de sus competencias artísticas; recientemente, en el marco de una jornada institucional de integración familiar, con una asistencia de más o menos 3000 personas, los “profes de artística”, encargados de la programación musical y cultural en tarima, incluyeron dentro de la agenda para ese día a Sebastián. ¡Para él fue una gran noticia! Asumió la preparación con todo entusiasmo y responsabilidad, obviamente con muchísima ansiedad.
Entonces, llegó el día soñado: “Sebastián en concierto”. En el escenario interpretó temas de diversos géneros, Rock, Rock and Roll y selló su maravillosa tarde con “Las Brujas” canción de la agrupación colombo- mexicana “La sonora dinamita”, con la que disparó la simpatía de los asistentes, quienes fueron generosos en sus aplausos y reconocimientos. Sebastián estaba pleno, acababa de mostrar con orgullo su talento y sentía que esta, sin lugar a dudas, se había convertido en la escuela de sus sueños. Pero aquí no termina la historia. En un rincón, detrás del escenario, con su rostro cubierto de lágrimas, estaba “el Cordii”, conmovido y embriagado de emoción.
-Qué le pasa don Roberto, le pregunta el rector.
-Jefe, yo nunca pensé que esto fuera posible en una escuela pública.
Se trata de una historia que narra una experiencia real, que hoy me permite tipificar una escuela soñada, aquella donde todo es posible, que responde asertivamente a las inquietudes de sus estudiantes y de sus profesores, un escenario de entrenamiento y preparación para la presentación en la tarima de la vida. Quiero convencerme de que Juanes hizo sus primeras salidas en público en la escuela; quiero estar seguro de que Shakira hizo sus primeros bailes en las izadas de bandera del colegio; que grato seria encontrar al Tino Asprilla festejando sus primeros goles en los interclases, porque cuando esto sucede, cuando la escuela es cómplice tus proyectos, cuando “un profe” es tu principal aliado, entonces tú estás asistiendo a la escuela de tus sueños.
No sé qué vaya a pasar en la vida de Sebastián, ¿será un gran ingeniero?, no lo sé, ¿a lo mejor un gran abogado?, ¿posiblemente un gran cantante?, pero hay algo de lo que sí estoy totalmente seguro, en esta escuela él ha vivido sus mejores años y ha sumado sus más positivas experiencias, aquí ha desarrollado sus mejores competencias y como si todo eso fuera poco, en el patio de su escuela se instaló la tarima que una tarde lo vio realizar su sueño, bajo el testimonio inquebrantable de sus compañeros, sus profesores, su familia y toda una comunidad que disfrutó, seguramente, del show de su vida.