Este 2022 cumplimos 10 años de estar presentes en Manizales, generando información útil para la toma de decisiones a partir del seguimiento continuo a diversos indicadores que expresan cómo va nuestra calidad de vida. Hemos aprendido que el dato se construye, se comunica y se transforma siempre y cuando el dato sea preciso, se expresa sencillamente y provoque decisiones que devienen acciones en la ciudad. En alianza con la Biblioteca digital de Confa, realizamos 10 especiales para conversar sobre la calidad de vida con diferentes actores de interés. Quiero compartirles algunas ideas fuerzas expresadas por los participantes:
Manizales ha progresado socialmente, si bien la natalidad continúa disminuyendo, la migración ha compensado parte de esta caída. Esta realidad demográfica podría cambiar el acento que se realiza en las políticas públicas municipales. Puede ser una oportunidad para la “economía de la plata” (silver economy). Es probable que se amplíe el número de años para alcanzar una pensión.
Caer en ocupación en un territorio es muy fácil, recuperarlo es aún más difícil. Es importante reconocer la baja informalidad que hay en Manizales comparado con otras ciudades, sin embargo, no hay que perder de vista que 4 de cada 10 aún están en ella. Hay que seguir preguntándose: ¿Qué tipo de formación se requiere para el trabajo? El manejo de una segunda lengua cada vez tiene más relevancia.
Es fundamental la percepción y el dato duro para tener una imagen más completa de la seguridad. Es importante reconocer la disminución progresiva en la tasa de homicidios y en el número de hurtos en la ciudad: puede ser consecuencia del trabajo entre inteligencia, policía judicial y Fiscalía. Un llamado: continuar formando en valores puede tener un efecto positivo en la convivencia ciudadana.
Se tiene un ecosistema fértil para el trabajo cultural. Algunos retos son: avanzar en infraestructura cultural, trabajar alrededor del patrimonio y, sobre todo, fortalecer la gestión pública de la cultura, particularmente a partir del relacionamiento de otros sectores económicos de la ciudad, un mayor enfoque territorial y claro respeto por el recurso público de la cultural. Además, es la cultura es asumida como un derecho de 4° generación en Colombia.
Los retos en la educación rural están en la matrícula, hay que reconocer la alta migración de las familias y nivel de analfabetismo que aún persiste. Se necesita continuar dignificando la educación, no sólo en infraestructura útil y atractiva, también en incrementar la conexión con la educación terciaria y, sobre todo, mejorar en inteligencia emocional educativa. Una alerta: el Ministerio de Educación Nacional está disminuyendo el porcentaje de recursos que gira a las instituciones de educación básica y media.
El territorio es un continuo entre lo urbano y lo rural. No es posible continuar viendo normal las desigualdades que existen en Manizales. De hecho, toda sociedad que ha sobrepasado la desigualdad estableció mínimos que debían ser cumplidos para toda su población. La ciudad deberá en 2023 actualizar el plan decenal de salud y, cualquier tipo de discusión que sé sobre la salud deberá contemplar al menos a las personas, a las aseguradoras y la capacidad y suficiencia que tiene el servicio de salud local (pobreza y salud)
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Agradecemos a Jorge Alberto García García, al coronel Luis Fernando Arcos Álvarez, Ivonne Mendoza Niño, Ángela María Patiño Montoya, José Faber Hernández Ortiz, Juan Felipe Jaramillo Salazar, Carlos Humberto Orozco Téllez, Luis Fernando Acebedo Restrepo y Natalia Escobar Santander (primera directora del programa Manizales Cómo Vamos). Especialmente al equipo de CONFA - biblioteca digital: Margarita María Maya, Jaime Andrés Díaz, Carlos Mario Muñoz, Juan Carlos Osorio y Jorge Albeiro Martínez.