El destacado de la sección ‘Primer plano’ de LA PATRIA dice así: “Petro convirtió la tradicional conmemoración en una pugna política. Usufructa.” (2/5/2024). Aludía a las marchas de los trabajadores del 1º. De mayo. “Usufructúa”, castizamente. La conjugación de los verbos en castellano se hace añadiéndole  a la raíz del verbo las terminaciones correspondientes de acuerdo con el modo, el tiempo y la persona. La ‘raíz’ se obtiene quitándole al verbo la terminación de cada una de las  tres conjugaciones, a saber, ‘ar’ (primera), ‘er’ (segunda) e ‘ir’ (tercera). De ‘usufructuar’, la terminación es ‘-ar’, la raíz, ‘usufructu-’. Elemental. Se conjuga como ‘actuar’. Estos verbos disuelven el diptongo ‘ua’ en el presente de indicativo (‘actúo, actúas, actúa; actúan’); en el presente de subjuntivo (‘actúe, actúes, actúe; actúen) y en el imperativo (actúa, actúe; actúen’). Todas las otras inflexiones conservan el diptongo: ‘actuamos, actuáis; actuemos, actuéis; actuad’, etc. ‘Usufructuar’ viene del sustantivo latino ‘usufructus-us’ (‘ususfructus’ - ‘usus fructus’ - ‘uso del fruto’), compuesto de ‘usus-us’, -‘acción y efecto de usar’, y de ‘fructus-us’, ‘derecho de percibir y utilizar los frutos de una cosa cuya propiedad pertenece a otro’ (Agustín Blánquez Fraile); ‘producto, provecho’. 
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En la siguiente oración el presbítero Efraín Castaño empleó dos términos inadecuados para expresar sus respectivas ideas: “Es evidente que el aspecto laboral merece más eficacia para lograr que el trabajador (...) llegue a vivir más dignamente...” (LA PATRIA, 1/5/2024). Son ellos el verbo ‘merecer’ y el sustantivo ‘eficacia’. Con propiedad, así: “...el aspecto laboral requiere (o exige) más esfuerzo...”. El verbo ‘merecer’ (del bajo latín ‘merescere’, derivado del latín ‘merere’ -‘ganar, obtener, conseguir’), cuando se trata de una cosa, significa “tener cierto grado o estimación”, por ejemplo, ‘esa obra no merece el premio otorgado’ o ‘no merecía el esfuerzo’. El sustantivo ‘eficacia’ (del latín ‘efficacia-æ’ -‘fuerza, poder, actividad’) quiere decir “el hecho de resultar eficaz una cosa”, ‘eficiencia’: indica, por tanto, posterioridad a la acción. Y el sustantivo latino procede del adjetivo ‘efficax-acis’ (‘que obra, que realiza, de acción o ejecución’). Por esto, no me parece de todo en todo acertada la definición que le da El Diccionario a ‘eficacia’: “Capacidad de lograr el efecto que se desea o espera”, pues la ‘capacidad de realizar algo’ supone anterioridad a la acción. ¿Estaré hilando muy delgadito? Es posible. 
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El estomagante lenguaje incluyente es ‘traicionero’. Lo demuestra la siguiente construcción gramatical del autor de Oasis: “Te sientes sol@ por no ser consciente de la amorosa y constante presencia de Dios” (LA PATRIA,  3/5/2024).  Pero esta entrega la había comenzado de este modo: “Sé sabio y ama la soledad...”. ¿Por qué no escribió ‘sabi@’? Además, señor, ¿cómo diablos se pronuncia eso? Las innovaciones y los neologismos son aceptables solamente cuando contribuyen al enriquecimiento del idioma, no a su deterioro, como lo hace el detestable ‘lenguaje incluyente’. 
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Los verbos transitivos no rigen la preposición ‘a’ para su complemento directo*. Sobra, entonces, en la siguiente oración del editorial de LA PATRIA del 6 de mayo de 2024, dedicado a la inseguridad en Arauca (Palestina): “...y logren desmontar a los combos que están tejiendo redes de narcotráfico con delincuentes de otros departamentos”. Castizamente, “...y logren desmontar los combos...”. Inclusive el oído aprueba esta construcción. *Excepciones: cuando hay que personificar o determinar. 
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El verbo ‘requerir’ es transitivo, por esto, como lo dije en el párrafo anterior, no pide preposición alguna para su complemento directo. Pero siempre, los que lo utilizan, le acomodan la preposición ‘de’, como en las siguientes muestras: “...reducción del consumo del agua, tema que requiere de la articulación y el compromiso...”; “...otros proyectos estratégicos que requieren de especial atención...” (LA PATRIA, Marco Antonio Londoño Zuluaga, 7/5/2024). “...requieren la articulación...” y “...requieren especial atención...”, así, como él mismo lo hizo en la siguiente frase: “...requerimos menos foros internacionales...”. Cuando el complemento es circunstancial sí rige una preposición, por ejemplo, ‘se requiere de un funcionario público honestidad’.