Rarísima vez, por no decir casi nunca, veo redacciones como la siguiente: “Se requiere es una modificación de las leyes electorales para permitir la participación en política...” (LA PATRIA, editorial, 3/10/2023). En esta oración sobra la inflexión verbal ‘es’ (“se requiere una modificación”), pues no existe, digamos, el antecedente gramatical que la exija. Y no es la única vez que tropiezo con ella en los últimos editoriales de nuestro periódico: parece que es un latiguillo de su redactor. Coloquialmente podría aceptarse esa construcción, pero no en el lenguaje culto, como debe serlo el de un editorial. En general, y en este caso en particular, el antecedente que menciono es ‘lo que’ (pronombre relativo): “Lo que se requiere es...”.
***
Hay que insistir, aunque sea perder el tiempo en el empeño: ‘previo’ no es un adverbio, es un adjetivo calificativo. Por lo leído y oído hasta hoy, parece que este error, quiero decir, el uso de ese adjetivo como adverbio, es exclusivo del lenguaje periodístico, prueba de ello, este titular de El Tiempo: “Gobierno sigue con la ‘toma de Bogotá’ previo a las elecciones” (pág. 1.6, 6/10/2023). ¿Por qué no emplear para ese fin, y como lo hacíamos hasta hace muy pocos calendarios, el término ‘antes’, adverbio de tiempo, que sí expresa a cabalidad la idea pretendida? Es posible que los que así redactan ignoren estos elementos gramaticales, y, lo peor, que no sepan que no saben. Ignoran qué es un adjetivo y qué, un adverbio, y cuáles los oficios que cada uno de ellos desempeña en la oración. El adjetivo ‘previo-a’ se emplea en oraciones como las siguientes: ‘Luego de un examen previo de capacidad...’ y ‘le concedieron el título de magíster previa presentación de los documentos correspondientes’. En este ejemplo, ‘previa’ equivale a la locución preposicional ‘después de’. El adverbio es ‘previamente’ (de modo), palabra invariable.
***
Si es inútil la persistencia en lo anterior, lo es más la insistencia en mi lucha por desterrar las inútiles locuciones ‘por parte de’ y ‘de parte de’, empleadas por ‘Raimundo y todo el mundo’. Si usted lee columnistas y periodistas en general, y pone atención, lo comprobará. Y si oye los comentarios de los periodistas deportivos, se dará cuenta de que no las sueltan. Son una plaga, razón por la cual los ejemplos abundan. Daré solamente tres, todos tomados de El Tiempo, el primero de ellos, de su editorialista; los otros dos, de destacados columnistas dominicales: “...por incontables escándalos de abuso sexual a menores de edad por parte de sus integrantes...” (Editorial, 6/10/2023). “La toma por parte de un grupo de indígenas de las instalaciones de la revista Semana...” (Thierry Ways, 8/10/2023), “...la práctica del deporte más popular del mundo por parte de las mujeres...” (Néstor Humberto Martínez, 8/10/2023). En las tres citas, sobran las palabras ‘parte’ y ‘de’, porque la preposición ‘por’, ella sola, desempeña su oficio a cabalidad, el de introducir el complemento que indica el agente del verbo. Estoy seguro de que ninguno de ellos escribía así antes de la irrupción de tan perniciosa plaga.
***
Otra de mis batallas perdidas es la emprendida en contra del empleo equivocado de la locución verbal impersonal ‘tratarse de’. Una muestra nada más: “La cinta que acompaña la portada de esta novela anuncia que la obra se trata de una ‘invocación al silencio’...” (Papel Salmón, Fernando-Alonso Ramírez, 7/10/2023). “...que la obra es una invocación al silencio...”, correctamente, porque ‘tratarse de’ es impersonal (no admite sujeto), por lo que está fuera de lugar en una oración con sujeto (‘la obra’).
***
¿Sabrán los que le ponen tilde a ‘aun’ la diferencia de este adverbio con y sin ella? Lo dudo. Lo demuestra esta cita de El Tiempo: “Ni aún permaneciendo sentado junto al fuego de su hogar puede el hombre escapar a la sentencia de su destino” (Esquilo de Eleusis, Página de opinión, 10/7/2023). Correctamente, “...ni aun permaneciendo...”, sin tilde y palabra átona, porque significa ‘hasta, incluso’. Lleva tilde y es tónica cuando quiere decir ‘todavía’. Elemental.