Cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La historia se remonta al mismo día de 1960, cuando en República Dominicana fueron brutalmente asesinadas las hermanas Mirabal (conocidas como ‘las mariposas’), por orden del dictador Rafael Leonidas Trujillo. La causa, su activismo en contra de la dictadura que vivía ese país desde 1930 tras un golpe de Estado. Este crimen se convirtió en un símbolo de la violencia ejercida sobre las mujeres en todo el mundo y principio del fin de la caída de Trujillo en 1961. Cumpliéndose así las palabras de Minerva Mirabal: “Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte”.
 El 20 de diciembre de 1993, en sesión plenaria de la Asamblea General de las Naciones Unidas se aprueba la Resolución 48/104 para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que la define como: “Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”. Años más tarde, en 1999, esta misma Asamblea, proclamó el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
 Pese a todo lo anterior, este flagelo mundial persiste, según datos de la ONU, una de cada tres mujeres es violentada en cualquiera de las formas en su cotidianidad; cada 11 minutos una mujer o una niña es asesinada por un familiar; una de cada cinco mujeres entre los 20 y 24 años se casó antes de los 18; y menos del 40% de las mujeres víctimas de la violencia buscan algún tipo de ayuda.
 También cabe mencionar que cada vez hay más conciencia al respecto gracias al ciberactivismo, y aquí las redes sociales han hecho lo suyo con movimientos como: #MeToo, #NiUnaMenos, #NoEsHoraDeCallar, y #ComoHombres, entre otros.
 Pero, por otro lado, la violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo la violación de los derechos humanos más generalizada en el mundo, exacerbada por la pandemia, los movimientos antifeministas, el cambio climático, las guerras y los ataques contra las activistas.
 Claramente hay una involución en esta materia, por lo tanto ONU Mujeres recomienda ante el retroceso: elevar mujeres a posiciones de poder con nuestros votos, velar por el derecho a la libertad y a la educación, proteger a las comunidades desfavorecidas, defender los derechos de las sobrevivientes de la violencia. También cada año activa una campaña de donaciones desde el 25, hasta el 10 de diciembre (https://donate.unwomen.org/en), Día Internacional de los Derechos Humanos.
 La tarea es seguir trabajando para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas, yo me uno a este activismo. Además, que también apunta a los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 de la ONU. Hay que evitar el retroceso a toda costa, “la única forma de avanzar es hacia adelante”, dice ONU Mujeres. ¡Todavía mucho por hacer!