En el Once Caldas, donde el éxito es esquivo, tan difícil es ganar, se contrata con complejo de inferioridad, un sector de la hinchada complace la mediocridad por conformismo y las ambiciones son restringidas, con mínima inversión...
… Dayro a punto de firmar, con términos convenidos.
Chaux con un pie afuera, quizás los dos, entrena, muestra su voluntad para la continuidad, pero el propietario de sus derechos, el dueño de Patriotas, mercader como todos los dirigentes, lo aleja. Un millón de dólares exige por su libertad. Rechaza "el alquiler de sus manos" y reafirma la exclavitud.
En la mira el venezolano Joel Graterol, excampeón con América, y un argentino, para acompañar a James Aguirre, en el cuidado de la portería.
Luis Pérez, rebelde desde el torneo anterior, se marchó argumentando ofertas en Colombia y el exterior. A través de su empresario anunció su arrepentimiento y su regreso. LO mismo alguna vez con Luis Estacio.
La Licorera retorna con su valioso patrocinio.
Habrá homenaje, por fin, para el profesor Montoya en la celebración de los 20 años del título de la Libertadores, avalado por Conmebol y no se prestará el estadio para el partido solidario, con beneficio social, que se anuncia con viejas glorias.
A remodelación entrará la gramilla.
Dos extremos se gestionan. Ante la imposibilidad de Gil del Huila y León, del Medellín, quien ya estuvo en el pasado cuando era juvenil, en las oficinas del club, sin firma por caprichos de los dirigentes, que no vieron su potencial, otros nombres entran a la órbita del presidente.
Es él quien da los aprobados, elige y define, con lento aprendizaje y escasa visión. Las señales que llegan con los nuevos fichajes, no son buenas. A la espera del llamado plato fuerte, como refuerzo para el ataque. Mucho ruido hay, hasta ahora, con los fichajes. Sin despreciar sus condiciones, no son solución.
Se exceptúan Iván Rojas, bien conceptuado como mediocampista fajador y Castaño, de quien dicen algunos técnicos que lo entrenaron, es rendidor con reparos en su vida personal.
Quiñones, Murillo y Patiño acostumbrados a la suplencia, con poca relevancia en la titular, son de tono menor para la alta competencia.
Con ellos, futbolistas discretos y sin estridencias, se cumple la esperada renovación, se le da frescura a la nómina, se cambian los nombres, pero no hay un revolcón con calidad, que refuerce el optimismo de los aficionados.
Tantos viven en el engaño como solución. Dan su aprobación a los futbolistas anunciados, sin conocer sus reales condiciones o lo que pueden aportar.
El asunto pasa por cerrar los ojos y esperar. En los tiempos que corren se fabrican verdades, las distorsionan, como estrategia de mercadeo, con mentiras de periodista o de entrenador, para hacer la vida mas llevadera. Es importante aparentar... y el engaño es de uso común.
P.D.: En fuentes cercanas al Club, se habla de algunos delanteros con renombre que podrían llegar. Imposible preguntarle al entrenador, porque con su estilo manipulador, todo lo que niega se convierte en realidad. Dudo si es un titere remunerado, da la ultima palabra o no tiene claridad ni autonomía a la hora de contratar.