El mejor fichaje del Once Caldas, hasta ahora, es Dayro Moreno. Al punto de que muchos aficionados preparan su abono motivados por su permanencia. Es un líder emocional, con influencia por sus goles, a pesar de sus reacciones irracionales, cuando gesticula, insulta o se descompone.
Es uno de los ídolos del equipo, a lo largo de la historia y como tal se le trata, con perdones constantes a su vida disoluta. Pero los propósitos de Dayro, no van siempre en paralelo con las necesidades de reivindicación que tiene el Once Caldas. Lo suyo, un récord; lo del club, una urgencia en rendimiento y resultados.
Sin ofertas serias, bien remunerado, querido por la afición, obvio es verlo otros dos años en Manizales, que le permitirán, sin amenazas de partida, reafirmar su amor por la camiseta.
A diferencia del pasado la dinámica en el mercado, para el onceno local, ha cambiado. No se escuchan las voces que condujeron a fichajes inútiles, estrafalarios o innecesarios, que no aportaron soluciones.
Es el técnico quien evalúa con sus colaboradores, la trascendencia potencial en rendimiento de sus preferidos y el presidente, la relación costo beneficio.
Es tanta la expectativa que hay entre los aficionados, que los anuncios hechos por las vías oficiales de comunicación, se celebran con júbilo, sin profundizar en la categoría de los jugadores incorporados.
No son figuras Quiñones, Castaño y Aguirre, ya confirmados. Todos conocidos. Pero pueden marcar diferencias, por la pobreza que el equipo expuso en los anteriores torneos.
Lo mismo puede ocurrir con Iván Rojas, quien para muchos hasta hoy es la mejor contratación y con Jónathan Murillo, con anuncio de llegada, sin la confirmación del Club.
El primero mediocampista de marca, con ida y vuelta e influencia en el juego colectivo. El segundo un zurdo aguerrido, marcador central y lateral, con escasos recursos técnicos.
Sobresaliente ha sido "El ratón" Quiñones, amado por la hinchada del América, fue dos veces campeón colombiano. Rechazado por algunos entrenadores por su estatura y por algunas deficiencias en la marca. Sabe jugar por los dos extremos defensivos.
Recio es Castaño, veterano con 30 años, sin reconocida historia en el fútbol colombiano. Destacado en Jaguares, titular, en las tres últimas temporadas.
Aquirre, en Bucaramanga, alternaba titularidad con suplencia. Ágil en el área de gol, sin fortalezas en el futbol aéreo, rápido y explosivo, serio y profesional.
Larga es la lista de los futbolistas ofrecidos, varios ya descartados. Entre ellos, Suárez y Novoa, de América; Lencina, Hinestroza y Berrío, de Junior; Haróld Rivera de Santa Fe; Graterol, el guardameta venezolano actualmente en Grecia, quien sigue con expectativa la renovación de Chaux que parece inminente. Los restantes futbolistas seleccionados en el mercado no se anuncian porque están en competencia.
Busca el Once dos extremos ofensivos y un interior que sea garantía creativa. Florecen las ilusiones, el asunto pinta, pero falta bastante, para conformar una nómina competitiva adecuada a las necesidades de un mejor fútbol con resultados.