El regreso de Robert Mejía, quien se formó en el Club, antes de su viaje a Turquía, en donde por poco pierde la vida en el fatídico terremoto de febrero del año anterior, es de vital importancia para el Once Caldas.
Evidente fue la evolución en el rendimiento en Nacional, donde se convirtió en pieza fundamental de su esquema de juego.
Su nuevo vínculo laboral está condicionado a la llegada de una oferta del exterior que hace rato espera. Determinante será su aporte, al lado de Mateo García e Iván Rojas, en marca, conducción y creación con cercanía a la portería contraria en la que se destaca por su disparos desde fuera del área.
Su evolución el último año ha sido evidente y elogiada. Nacional, con opción de compra, incumplió lo pactado con el Once, cambió las condiciones en el traspaso, lo que dio vía libre a su retorno.
De ser alineado, Mejía será trascendental en el duelo ante Nacional que para el Once Caldas será a otro precio. Lo ratifica su entrenador Hernán Darío Herrera, quien, rotundo, acepta que en el partido contra Águilas, su equipo no jugó bien. Fue plano, discreto, con pocas emociones. La misma sensación que tuvieron los aficionados.
Solo evolucionó en su juego, cuando adelantó sus líneas y tuvo en la progresión el aporte de Alejo García, destacado en el trámite del segundo tiempo.
Alienta lo anterior una competencia adicional, por la presencia de jugadores en zonas creativas, de reconocido pasado y aplaudida influencia en sus anteriores clubes. Lo que deja la sensación de que en materia de fichajes, la elección ha sido cuidadosa, de acuerdo con los presupuestos, sin derroches.
Ilusorio es pensar que el Once Caldas se puede reforzar como los grandes clubes en Colombia. Millonarios, por Falcao, por ejemplo, invierte al mes cerca de 600 millones de pesos. Nacional tiene caja por las ventas, con valores que rebasan los 100 millones de dólares.
Compromiso serio el de Herrera, al gestionar la nómina y sacar de ella del máximo provecho. Sumó, además, a Manuel Arteaga, un creador que él formó en Nacional.
Aún le resta en su agenda y en la del presidente Castrillón un lateral derecho, por la lesión de Daniel Quiñones y la sola presencia en esa función de Juan Cuesta.
No cabe en esa zona, la defensiva, el elogio desbordado. En los dos partidos disputados "el arco" en cero parece un espejismo. James Aguirre, el portero, ha sido la figura y cuando esto ocurre no es perfecto el funcionamiento de las marcas.
Sus fichajes, a excepción de Michael Barrios, cuyas condiciones siempre han sido reconocidas desde su partida al futbol de USA, hace 11 años, están en período de adaptación y espera, especialmente Lucas Ríos, Jesús Hernández y Jeffry Zapata, quienes han despertado expectativas.
Al Nacional reforzado y atractivo por sus últimos retoques, hay que enfrentarlo con mentalidad de triunfo, sin temores, sin complejos. Mucho esperan los aficionados el partido por su trascendencia en el juego y el resultado.