Fanny Bernal Orozco * [email protected]
Hay personas que dicen que necesitan una pareja para que las amen y para no sentirse solas. Creen que el convivir con alguien es el remedio que va aliviar sus penas y compensar sus necesidades o insatisfacciones y así, con ese pensamiento, comienzan a andar el camino de buscar a su posible pareja.
Quizás en lo que poco se piensa es en que ese no es un camino fácil de trasegar y que, al recorrerlo, hay que contar con un equipaje especial para poder transitarlo, empezando por el amor, palabra muy usada en lo cotidiano, pero de la que pocos saben su definición y mucho menos conocen, acerca de los compromisos que se adquieren cuando se quiere dar y recibir.
Ser pareja y tener pareja es asumir unas responsabilidades y compromisos consigo mismo y con la otra persona, que implican respeto y empatía; lo cual sólo se logra cuando se fortalecen la amistad y la confianza. Esa es una tarea del día a día, por ello es de vital importancia conversar, compartir, consentir, consultar, cultivar, cuidar y construir.
Algunos testimonios:
- “Creo que ya no nos amamos, pero me da mucho miedo asumir las deudas adquiridas juntos; además de enfrentar la soledad, aunque hace tiempo que lo único que compartimos es el vivir bajo el mismo techo”.
- “Me da rabia lo que dice, siempre repite las mismas historias y es el primero que se ríe. Todo me molesta y, aunque he buscado ayuda, mi animadversión no cambia. No me imagino una separación, le temo mucho a la soledad”.
- “Ella alega por todo, si llueve, si hace frío, a veces amanece peleando con todos, los hijos le temen y prefieren llegar tarde. Hace mucho tiempo que no nos une nada grato. No obstante cuando pienso en una separación, me da temor pensar en la soledad”.
- “Hace unos años cuando la relación comenzó a quebrarse, pensé que era de paciencia, que todo podría mejorar, pero me he dicho muchas mentiras y, todas ellas, por miedo a la soledad. El sólo hecho de pensar en empacar mis cosas, me da pánico”.
- “Yo he resistido, ha habido mucho maltrato entre los dos, pero cuando se trata de tomar decisiones pienso en la soledad y me da miedo. Le tengo miedo al qué dirán”.
El miedo a la soledad impide que algunas personas puedan tomar decisiones y enfrentar el desamor, el cansancio, el hastío. No se han dado cuenta de que la soledad, hace tiempo, forma parte de sus vidas de pareja.
* Psicóloga - Docente titular de la Universidad de Manizales.
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