Fernando-Alonso Ramírez
Periodista y abogado, con 30 años de experiencia en La Patria, donde se desempeña como editor de Noticias. Presidió el Consejo Directivo de la Fundación para la Libertad de Prensa en Colombia (Flip). Profesor universitario. Autor del libro Cogito, ergo ¡Pum!
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"Un proyecto conjunto en el que cada cual escribió un capítulo por turno". Ahí está el secreto de este escrito a cuatro manos. La muy conocida por nosotros Rosa Montero, española; y el autor francés Olivier Truc acogieron la idea del Festival Quais du Polar y de la editorial Points para escribir una novela que tuviera dos protagonistas, uno español y el otro galo.
El resultado es La desconocida, una novela del género negro, que se fue construyendo como un reto. Cada uno de los autores recibía el capítulo de su solidario cocreador y, a partir de allí, relataba el siguiente. Al final una obra que reúne todos los pormenores de un libro que se lee casi de una sola sentada.
Son poco más de 150 páginas, en las que Anna intenta saber por qué una mujer de la que no se tiene claro su origen, apareció abandonada en un contenedor, con serias señales de maltrato y tortura. Tal vez dada por muerta. A esta desconocida deciden llamarla María. Esto sucede en Barcelona.
El contenedor fue contratado en Lyon. Allí, el inspector Zapori se encuentra en problemas y necesita escapar antes de que asuntos internos le cobren por ventanilla la delación que hizo una antigua informante de que él es corrupto. Aún no ha encontrado posibilidad de defensa ante las evidencias. Es por esto, por su necesidad de escapar, que termina involucrado en el caso de la desconocida.
La llegada a Barcelona del francés, la posibilidad de que una red de tráfico de mujeres esté involucrada en estos hechos y la persistencia de Anna desatan una serie de eventos que dan lugar a una trama que obliga a avanzar en las páginas para saber qué sucederá en el siguiente capítulo.
Es fácil imaginar a cada uno de estos autores al leer el manuscrito del otro, cómo retar al coautor con un cambio fuerte en el escenario o en los personajes. Casi se pueden percibir las risas de estas bromas, porque eso se lo pueden permitir los buenos autores, sin que queden resquicios que puedan cuestionar el trabajo.
Se trata de una novela que avanza a medida que la desconocida va recuperando la memoria poco a poco, una mujer fuerte que se ha esforzado en serlo y es así como su memoria corporal responde más fácil, como un instituto, que la memoria cognitiva. Con sus músculos prestos a defenderse de quien desee atacarla se va dando cuenta que puede ser mucho más de lo que su mente por ahora acepta. Que la pueden convertir en una perfecta asesina.
La trama se complica hasta terminar en un desenlace que permite ver el panorama completo, encontrando quién es el responsable de que todo haya ido tan mal, de causar tantas muertes, de haber estado involucrado desde el primer momento. Es una buena opción empezar a leer novela negra con esta obra, Si usted aún lo duda, en esta la brevedad tal vez lo anime a seguir este género que me gusta tanto.
Así que lean esta obra escrita a cuatro manos y descubran la realidad de sus personajes y, al final, mídanse si lograron dar con el asesino antes de que lo descubrieran los escritores. Luego #HablemosDeLibros y de la novela negra, que sigue gozando de buena salud, y mejora si una de las plumas es Rosa Montero.
Subrayados
* El pequeño instante de serenidad e intimidad se deshace como una pompa de jabón.
* Se escrutan en silencio el uno a la otra durante un tiempo demasiado largo, inadecuado para los usos sociales.
* Tenía su propia concepción de lo ético, bastante alejada de lo que enseñan en la academia de Policía,